El Xerez Deportivo FC regresaba el pasado martes a los entrenamientos tras disfrutar de una semana de vacaciones. Con la mente puesta en el partido frente al Coria, el equipo volvía a ejercitarse sobre el césped del Anexo a las órdenes de Rubén Ramírez. El preparador físico azulino explicaba en declaraciones a la web oficial del club que a pesar de los días de descanso "la mayoría han entrenado de manera individual mínimo tres días y eso es muy importante para afrontar esta semana y el partido del día 7 de enero. Son todos unos grandes deportistas".

Para Rubén Ramírez, el balance de este 2017 en cuanto a lesiones ha estado dentro del plan previsto con jugadores que han sufrido "lesiones de adaptación muscular o de adaptación progresiva al esfuerzo. Esperaba que los jugadores respondiesen un poco peor a nivel de carga, pero me ha sorprendido el nivel físico de los jugadores y su respuesta muscular".

A nivel personal, el preparador físico xerecista reconoce que no le gusta ponerle nota al trabajo. "Quiero que los jugadores sigan demostrando las mismas sensaciones en el próximo año en cada partido y en cada entrenamiento. La sensación más positiva que me puedo llevar es que los jugadores respeten las decisiones del cuerpo técnico y lo den todo en el trabajo diario".

En cuanto al objetivo de cara al próximo año, Rubén afirma que su intención es que "hasta el último partido los jugadores rindan como lo están haciendo. Confío plenamente en ellos, somos todos una familia y eso es muy importante para encarar un ascenso. La virtud del ascenso va a venir del pundonor, el corazón y la unión del grupo cuando la condición física falle".