-Al final, el derbi se juega en el estadio Chapín...

-Esperemos que todo vaya bien. Sobre todo, que sea un partido bonito, que se diviertan los chavales, que se diviertan los aficionados, y a ser posible a ver si al Xerez no le salen las cosas muy bien y nosotros podemos ganar el partido.

-¿Qué tiene que hacer el San José Obrero para ganar?

-Mi equipo tiene que hacer las cosas bien porque el Xerez tiene un potencial fuerte, hacer las cosas muy bien y que al Xerez no le salgan las cositas tan bien. Eso es lo que pienso, hay que tener que en cuenta que aparte del potencial deportivamente hablando que tiene este equipo, el factor campo, el factor emocional que va a llevar mi equipo y que la mayoría de los jugadores, en un porcentaje alto, no han jugado nunca en Chapín, y ese estado emocional les puede llevar a confundirse y en eso estamos trabajando. Nos queda trabajar sobre todo en ese estado en el que tenemos que intentar equilibrar las fuerzas, porque nosotros al no estar ni entrenando ni jugando en ese escenario podemos tener problemas si no conseguimos equilibrar las fuerzas. Yo confío en que mis jugadores evidentemente van a estar súper motivados pero que sepan controlar esas emociones para que esto no nos lleve al error ni a la equivocación.

-El Xerez DFC casi ha tenido más problemas en Chapín que fuera...

-Sí pero al final lo han sacado adelante. Hay que tener en cuenta y ya lo vengo diciendo desde hace tiempo ya, que a medida que este equipo vaya subiendo escalones pues le va a ir costando más. Esa es la verdad. O sea, que nadie se llame a engaño. Además, este año la categoría está fuerte. El otro día jugamos con el Puerto Real y me gustó bastante, y todos los equipos tienen buen nivel, es normal que a ellos les cueste más. De todas maneras ellos van a sacar los partidos, pero costándole. Y alguno que otro tendrá también su tropiezo y a lo mejor pierden alguno, en cualquier campo de estos que es muy complicado, llámese Rivera, llámese El Torno... Incluso en el campo nuestro a lo mejor hubiesen ganado el partido, sí, pero le costaría más, esa es la verdad. Si este año ascienden, la próxima temporada en un escalón más el techo está más cerquita. Van a sufrir más, cada vez les va a costar más, eso es así.

-Pasan del Juan Fernández Simón, un campo pequeño de césped artificial, a Chapín, un campo grande de hierba natural. ¿Va a cambiar el equipo, el sistema o jugadores?

-Sería absurdo. Voy a jugar como concibo esto y además con los jugadores que tengo. Es decir, de la alineación de la semana pasada a esta si hay alguna variación va a ser porque me vea obligado a hacerla. Hay dos tocados y si no puedo contar con ellos tendré que poner a otros, pero no voy a cambiar el sistema ni jugadores. Evidentemente el partido lo voy a empezar como yo concibo esto, luego durante el transcurso del partido haré lo que se pueda, lo que yo vea que se puede hacer.

-¿Físicamente el equipo está preparado para aguantar la exigencia de Chapín?

-Claro. Mi equipo físicamente para estos campos donde estamos jugando lo veo bien. Pero ya digo, nosotros no hemos hecho ni un entrenamiento en campo de hierba. Y el campo de hierba cansa mucho, el músculo sufre. Eso los que entienden de esto saben que es verdad, sufren más de lo que la gente piensa, porque es como cuando comes algo a lo que no estás habituado, lo extrañas; pues el músculo extraña y está claro que vamos a sufrir. Y luego, como he dicho antes: si no sabemos equilibrar las fuerzas, ese estado emocional... Vean una cosa: primer plus emocional, de motivación: al Xerez todo el mundo le quiere ganar, es el equipo a batir, todos. A mí me ha pasado, he estado entrenando en el Arcos, me he enfrentado a cualquier equipo y ha venido a muerte, y luego he ido a ver a ese mismo equipo con otro rival y ya no parece el mismo equipo. Es un plus de motivación. Luego, hay muchos chavales de mi equipo que van a llegar a Chapín y es bonito, es un escenario bonito. Y los chavales quieren agradar, y hay que saber controlarse. El jueves hablaba con uno de mis jugadores que le gusta mucho subir la banda y en nuestro campo puede subir veinte veces, sin embargo en Chapín no va a poder subir veinte veces, hay que ser realista. Oiga, es que si usted sube veinte veces lo tengo que recoger con unas parihuelas. Esa es la verdad. Pero esto no le va a pasar nada más que a mi equipo, le pasa a cualquiera y pasa hasta en Primera División: cuando un equipo de los llamados entre comillas pequeños llega al Bernabéu y se ponen a jugar de tú a tú ¿qué pasa? Que dura cuarenta minutos o sesenta minutos. Pues es lo mismo. Ahí es donde hablo de ventaja, aparte del potencial deportivo que tengan, que tienen, tanto individual como colectivamente, en el factor campo ellos juegan en este escenario. Ese estado emocional ya no lo tienen, tienen la obligación porque tienen una masa social detrás, tienen la obligación de empujar, de ganar todos los partidos. Esa es la verdad, ese cansancio no lo va a tener por el campo porque ellos juegan ahí y esa desventaja la tenemos nosotros. Por un lado me gusta jugar en Chapín, es bonito jugar ahí, pero evidentemente a mí me hubiera gustado jugar en mi campo, como entrenador quiero siempre ganar y me hubiese gustado jugar en mi campo porque creo que ahí tengo más posibilidades. Ya se ha explicado por qué se juega en Chapín, es una oportunidad buena de que el equipo económicamente respire un poco, tenemos alrededor de cuatrocientos chavales y esto cuesta mucho dinero, y cuando me lo explican es muy fácil entenderlo.