Provincia de Cádiz

El Gobierno renuncia a la venta de La Almoraima tras dar beneficios en 2014

  • Ugalde justifica el cambio en la mejora de la economía y la gestión. La finca reporta 319.000 euros al Estado con cultivos, corcho y ganado.

El Gobierno central ha renunciado a la venta de la finca pública estatal La Almoraima, enclavada en el término municipal de Castellar de la Frontera (14.113 hectáreas), tras ponerse fin a la situación de pérdidas históricas y arrojar -por primera vez en varios años- beneficios para el Estado durante el pasado 2014 (319.000 euros).

La directora gerente del latifundio, Isabel Ugalde, compareció ayer para dar las cifras económicas del ejercicio y durante su intervención sostuvo que el Ejecutivo renunció "hace bastante tiempo" a la venta. La Almoraima entró en el plan de enajenación de bienes del Estado para paliar el déficit a principios del año 2014, siendo ministro de Agricultura Miguel Arias Cañete y con un precio de salida de 300 millones de euros. Ugalde aseguró que la renuncia a la venta llegó con el relevo en el ministerio, cuyas riendas fueron asumidas por Isabel García Tejerina en abril de 2014, si bien no ha sido hasta ayer cuando un representante del Estado ha dicho expresamente que esta finca y su extenso patrimonio ya no están a la venta.

El anuncio supone una contradicción con lo dicho hasta ahora, ya que en julio de 2014 un encuentro entre García Tejerina y la consejera andaluza de Medio Ambiente, María Jesús Serrano (PSOE), se saldó con la ratificación de las intenciones de vender por parte del Gobierno del PP.

La directora gerente achacó la renuncia al cambio de escenario en la economía nacional y también al buen comportamiento en la gestión de la finca, donde se ha seguido trabajando "en paralelo" de forma que a día de hoy es rentable y prevé seguir siéndolo en los próximos ejercicios. Ugalde rechazó que se deba a la intención de la Junta de Andalucía de integrar toda la superficie de la finca dentro del parque natural de Los Alcornocales (el 90% ya está entre sus límites).

"La venta de la finca pertenecía a un escenario de crisis económica en el que estaba en riesgo el mantenimiento del estado del bienestar y España estaba a punto de ser intervenida. El escenario cambió y hace bastante tiempo que se renunció a la venta. La finca ha pasado a estar gestionada de otra forma", valoró Ugalde. "Si se hubiese querido vender no hubiera habido problemas. Si no se ha vendido, es porque no se ha querido hacer", relató la directora gerente, quien apuntó que hubo una docena de interesados de países como Francia, Catar, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos o México (en relación a la actriz Salma Hayek y su multimillonario marido, el francés François-Henri Pinault, cuya visita el pasado año fue fotografiada en exclusiva por este periódico) y que siguen preguntando.

Sobre los resultados de 2014, la dirección de La Almoraima destacó que la situación ha dado un vuelco en el último año al pasarse de unas pérdidas de 1.536.000 euros en 2013 a los ya citados 319.000 euros de beneficios. Todas las áreas de actividad de la finca, salvo el hotel de la Casa Convento, dieron ganancias mientras que la caza se mantuvo en equilibrio entre ingresos y gastos. Ugalde se atribuyó el mérito al estimar que se ha aplicado una política de gestión eficaz y eficiente desde su llegada al cargo (en 2012) que comienza a dar frutos frente a la compensación de las pérdidas con inyecciones de dinero público que se hacían en el pasado (2,3 millones sólo en 2013) con cargo al Organismo Público de Parques Nacionales. "2012 y 2013 se dedicaron a sanear la empresa. Y ahora este beneficio de 319.000 euros prevé ser recurrente en los próximos años, de forma que el Estado no tenga que dar más dinero", destacó Ugalde, quien calculó que este año 2015 concluirá con un millón de beneficios y una cifra similar en 2016.

Por áreas de negocio, La Almoraima logró 356.000 euros de beneficio en agricultura; 23.000 en ganadería; 537.000 en gestión de montes (el único área con ganancias en 2013); y 430.000 euros con la venta del corcho.

Entre los cambios que han dado lugar a las ganancias, la dirección de La Almoraima apuntó que se ha hecho de todo: desde revisar los contratos de prestación de servicios (electricidad, seguridad, telefonía y renting de vehículos) a prejubilar a diez personas y a implantar un modelo de gestión del corcho más eficaz en cuanto a la producción de los palés, con menor carga manual. Todo ello, apuntó Ugalde, en un contexto en el que se ha logrado firmar un nuevo convenio colectivo (el anterior databa de 2010) para una plantilla fija de 41 personas a los que se suman una media de 40 eventuales (con picos en función de las necesidades).

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