Como cabía esperar, el affaire Maresca centró buena parte de la amplia comparecencia de Manolo Jiménez la víspera de la trascendental cita de hoy. El técnico sevillista hubo de tocar muchos aspectos: la razón de preconvocar a Perotti, la ausencia de Chevantón, la similitud con la eliminatoria contra el Fenerbahçe, la escasez goleadora del Sevilla en casa, la temprana hora del partido, la polémica arbitral, los pitos a Romaric... Tal fue el catálogo de preguntas que el arahalense hubo de recordar que el rival, un duro rival, también existe. "El partido no lo juega el Sevilla solo, enfrente estará el Valencia".

Una de las primeras cosas que hizo fue dar por zanjado el asunto Maresca. "Se queda fuera porque tengo que citar a 16 y creo conveniente llamar para este partido a otros jugadores. Lo que ha dicho Maresca es su opinión. Lo que pasa es que no lo dijo en el lugar más adecuado, ya le he contestado donde le tengo que contestar, está aclarado, y muy aclarado, y finiquitado. Está todo solucionado, el vestuario está muy unido, se ha hecho lo que tenía que hacer y a partir de ahí el tema está liquidado, bastante tenemos con pensar en el partido de mañana".

Una vez zanjado, "fútbol", como solicitó el técnico a la prensa: "Será un partido parecido al de la Liga, ellos intentarán que no generemos nuestro fútbol, desviarnos porque tienen jugadores muy buenos a la contra. Tenemos que hacer grandes nuestras virtudes e intentar contrarrestar las del Valencia, que también las tiene".

Inmediatamente se le recuerda aquella malhadada noche frente a los turcos: "Ojalá nos pongamos con 2-0 en los primeros minutos, no hay dos partidos iguales y sí análisis parecidos". Y en su análisis previo, en el que se le preguntó por los problemas de juego en casa, aseveró: "No me importaría jugar mal y ganar en el último minuto, prefiero jugar muy bien y ganar con solvencia, pero vamos a ver cómo se da. El Sevilla va a salir a ganar el partido sabiendo que hay un rival que lleva un resultado a favor y que no va a ser fácil".

Ahí abundó sobre esos problemas que está teniendo su equipo en el Sánchez-Pizjuán: "Hay que intentar hacer más grandes las virtudes y minimizar los defectos. Es cierto que los rivales no vienen a jugar de la misma forma que hace unos años, llevamos más de trece o catorce meses estando en zona europea, eso quiere decir que el equipo hace bien las cosas. Los rivales no nos dejan jugar, nos juegan a la contra, a balones parados... Ésa es la bendita virtud de un equipo que está arriba. Se nos han dado malos resultados, pero también muy buenos cuando estamos donde estamos".

Otro asunto, los tocados, sobre todo Jesús Navas: "Está para jugar, a día de hoy está mejor que ayer y mañana estará mucho mejor que hoy. Hoy no está al 100%, pero hay que sacar este partido adelante, hay que hacer un esfuerzo entre todos, incluidos los que tengan algunas molestias". Otrosí, el porqué de la ausencia de Chevantón en la lista: "No sólo tenemos a dos delanteros, tenemos a Renato también. Chevantón, para cinco o diez minutos, prefiero que juegue en Gijón. No reservo a nadie, porque no estamos para eso, sólo quiero ponerlos al máximo nivel e ir a por todas. Con Fredi, Luis Fabiano, Renato y, si puedo contar con él, Perotti, tengo recursos suficientes".

Un nuevo foco de distracción se abre con los pitos a Romaric: "Él me ha dicho que no le han afectado. Puede estar más o menos acertado, pero nadie puede negar su afán, su espíritu y su actitud. Si le salen mal las cosas, la afición es soberana para criticarlo".

Por último, otro pequeño detalle que puede jugar en contra, el horario del partido. "Por el tema del trabajo, pues claro, eso resta, para los que vienen de los pueblos o los que terminan tarde... Pero con lo que se juega el Sevilla, seguro que va a responder la afición y va a ser una olla a presión empujando al equipo, igual que empujó Mestalla al Valencia", dijo picando a su propia afición.