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Un líder cataliza la anarquía

  • La salida de Kanoute y el asimétrico dibujo sin banda izquierda convierte en ganador al Sevilla jugando con diez · La mejoría defensiva y las bandas mataron el partido

Helenio Herrera hubiera alucinado con Kanoute. Al mago, pergeñador de grandes frases entre las que brilla con luz propia aquel aserto de que "se juega mejor con diez que con once", le habría encantado conocer al líder natural del Sevilla, aunque sólo fuera por darle fuerza empírica a su ilógico dogma. Kanoute, ya lo ha hecho otras veces, se echó al equipo sobre su esbelta figura y cambió la dinámica de un partido que parecía condenado a irse al baúl de las últimas frustraciones sevillistas. Fue un líder imperial en medio de la estudiada anarquía con que Manolo Jiménez le cambió la cara al partido. Su presencia agrandó a sus compañeros y el Sevilla, maniatado tras el 1-0 y la expulsión de Maresca, sacó su carácter ganador con tensión e inteligencia.

Defensa

El acierto de Jiménez fue total en el cambio de Kanoute por Crespo, porque el canterano estaba sufriendo mucho en su flanco con la fantasmal movilidad de Guardado. Sin medio de cierre por las bajas de Duscher y Fazio, los mediocampistas jugaron mejor con balón que sin él durante la primera mitad, y Bodipo y el mexicano aprovecharon los huecos que se creaban a las espaldas de Romaric y Maresca. La expulsión de éste, curiosamente, obligó al marfileño a dar un paso atrás y el esquema mejoró cuando Renato se ubicó a su lado. Pese a las dudas de David Prieto ante el inquieto Bodipo, Squillaci logró hacerse con el mando y su línea, que ganó con Adriano tras el descanso, se enrocó hasta permitir muy pocas ocasiones ante un rival con superioridad numérica.

Kanoute y Luis Fabiano también ayudaron manteniendo el balón lejos del área con sus controles y su presencia en campo contrario. Y Palop tapó los pequeños resquicios lógicos cuando el Deportivo intentó tocar zafarrancho. Hizo dos paradones inconmensurables con los que enmendó su error en el 1-0.

Ataque

De la inicial apuesta por el orden y el toque gracias a los medios de calidad, Romaric y Maresca, más Renato en la mediapunta, el Sevilla pasó a la elasticidad y la movilidad dentro de la anarquía de un dibujo asimétrico, sin banda izquierda, que ocupaba Renato eventualmente. Fue clave en esta fase la aportación de sus dos delanteros, cuando Kanoute se unió a Luis Fabiano. Entre ambos hicieron el 1-1, un soberbio gol que nació desde la derecha, donde cayó muchas veces el malí, como demostró también al centrar el balón del 1-2 a Renato. El Sevilla le dio la vuelta al marcador así y posteriormente mató el encuentro con un postrero contragolpe entre Jesús Navas y Diego Capel. Con éste, Jiménez corrigió el dibujo asimétrico para buscarle las espaldas al Dépor por los flancos.

Un dechado táctico que desbarató al equipo revelación de la Liga bajo el imperial liderazgo de Kanoute, ese hombre milagro.

Virtudes

La valentía y la flexibilidad para adaptarse al partido y ganarlo con soluciones tácticas, y con diez. Contar con Kanoute lo permitió.

Talón de aquiles

El Deportivo necesitó muy poco para hacer el 1-0. Con once, el medio campo mostró sus carencias.

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