Sevilla FC

Marcar el ritmo es el siguiente reto de Quique

Quique Sánchez Flores, con uno de sus ayudantes en el cuerpo técnico.

Quique Sánchez Flores, con uno de sus ayudantes en el cuerpo técnico. / David Domínguez

Hay quien se pregunta por qué se duda de la continuidad de Quique Sánchez Flores y hay quien no. No es nuevo que el sevillismo esté dividido sobre el estilo de los entrenadores que ocupan el banquillo local del Sánchez-Pizjuán, ganen o pierdan, traigan títulos o no...

Ni los propios dirigentes se ponen de acuerdo. No niegan los números, por ejemplo, en el caso del actual líder del cuerpo técnico, pero sí se atreven a pontificar con eso del “estilo”, como si a veces dependiera exclusivamente del entrenador y se pudieran hacer florituras entre la espada de la amenaza del descenso y la pared. Quique ya lo avisó: “Esto era un plan de rescate y no tiene nada que ver con un plan de modelo de juego”.

Pues esto choca con lo que decía ayer mismo el presidente en un paseo más por la Feria, en la caseta de ElDesmarque. “Hay un debate en la calle sobre el entrenador”. Mal empieza con el recurrente asunto del debate en la calle. “Yo pienso que cuando el equipo encadena malos resultados, lo más importante es ganar. A mí me encantaría que mi equipo ganara y jugase un poco mejor además, pero el entrenador y el club han entendido que lo primero era asegurar resultados, tener más tranquilidad y si ganamos al Mallorca intentaremos proponer otras cosas que le gusten más a la gente”. Esto puede interpretarse con que el club tiene un candidato al banquillo preparado para el futuro, pero la siguiente frase también puede interpretarse de otra manera, como que Quique puede ser el elegido para intentar darle una vuelta de tuerca al buen juego. “Es verdad que si sólo tuviésemos en cuenta desde cuando ha estado Quique los números son incuestionables, aunque entiendo que por la necesidad el equipo haya sido mucho más resultadista”, avisaba.

Los datos también explican todo esto. El Sevilla de Quique, tras prácticamente decir adiós a los peligros reales de descenso con dos triunfos en Getafe y Las Palmas, vuelve a donde encuentra su asignatura o su cuenta pendiente: tener que llevar el ritmo del juego, competir en casa, donde no puede parapetarse atrás y salir a la contra, que parece que es lo que no le gusta a la gente.

El Sevilla regresa a Nervión desde el último tropiezo –y serio– ante el Celta, que se llevó los tres puntos en el debut de Claudio Giráldez. Y es que con el modelo con el que Quique ha logrado sacar rendimiento a la plantilla (estaría octavo a un punto del sexto desde su debut en Granada), el equipo nervionense obtiene mejores resultados y prestaciones fuera de casa, ya que a domicilio ha logrado 6 de las 8 victorias que suma desde su aterrizaje en el mes de diciembre para poner fin al desastre que dibujó Diego Alonso.

Falta, por tanto, esa facultad para mandar en un partido, para buscar los caminos hasta horadar una defensa cerrada y el planteamiento de un equipo que no se abre. Basta el dato de los dos únicos rivales a los que el Sevilla de Quique ha logrado ganar en el Sánchez-Pizjuán: el Atlético de Madrid (1-0) y la Real Sociedad (3-2), adversarios que llegaban a Nervión con la obligación, por su posición en la tabla y sus aspiraciones, de ganar.

Llevar la iniciativa 

Por contra, el Sevilla ha pinchado en casa cayendo ante Athletic (0-2), Alavés (2-3) y Celta (1-2), aparte de ceder un empate con el Osasuna (1-1). Pero mandar, llevar la iniciativa, lograr mecanizar movimientos de ataque, convencer y dar confianza a los futbolistas... son conceptos que un cuerpo técnico no logra con tan poco tiempo. Lo primero es ordenar el bloque, que es lo que ha hecho Quique, y después tratar de explotar las mejores virtudes, en el caso del ataque, la velocidad y el robo de Isaac y En-Nesyri.

El Sevilla necesita tener futbolistas que mantengan la posesión con personalidad y den confianza en ataque. Y a lo mejor es a eso a lo que se refiere Del Nido Carrasco con lo de ejecutar el plan trazado, sin necesidad de cambiar de entrenador. “Ahora mismo el futuro de todo lo que tiene que ver con el Sevilla está en el aire. Ahora estamos centrados en el Mallorca. Lo primero es la tranquilidad, luego intentar que los sevillistas disfruten los últimos partidos. Luego nos centraremos en ejecutar, porque las líneas maestras del proyecto ya están trazadas. Ahí abordaremos otras situaciones como la del entrenador”, insistía. Pronto lo sabremos todo.

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