Sevilla-Granada | Nombres propios

Sin Isaac y sin un medio con pie había que cambiar el plan y Lamela fue la llave

Lamela es trabado por dos defensas del Granada.

Lamela es trabado por dos defensas del Granada. / Juan Carlos Vázquez

El Sevilla ganó por primera vez con solvencia haciendo disfrutar a su gente y para ello tuvieron mucho que ver las decisiones de Quique Sánchez Flores, que acertó con la elección de Lamela como hombre de enlace entre la fase de iniciación y el ataque. Participó en los dos primeros goles y le cambió un poco los registros al equipo.

En el centro del campo se perdía un hombre al aparecer dos extremos junto a En-Nesyri, pero Agoumé y Soumaré cuajaron un gran partido ambos.

Lamela: Sin Isaac y sin un medio con pie había que cambiar el plan y fue la llave

Pocos daban con la titularidad del argentino ante la ausencia de Isaac, pero fue un acierto pleno como se pudo comprobar. Quique no tenía un medio con pie para que hiciera de enganche y apostó por él como extremo junto a Ocampos pero con la función de buscar constantemente el desmarque de apoyo. Fue ese organizador yendo de delante hacia atrás y abrió muchos caminos, como en el primer gol. Luego se quedó sin fuerzas en algunas jugadas, pero también lo hizo perfecto en la contra del 2-0.

Agoumé: Desahogó con sentido haciéndolo fácil y también arriesgando

El camerunés formó junto a Soumaré una buena pareja que quizá se hundió en la fase de la primera parte en la que se vieron en inferioridad numérica al pasar el Sevilla de dos puntas con Isaac y En-Nesyri a tres con Lamela y Ocampos como extremos. Pero se soltó y, si bien lo mejor que tiene es que no complica y que desahoga haciéndolo fácil, también se soltó en acciones decisivas. Rompió líneas en el pase de Lamela en el 1-0 y un demarraje en la que le dio una gran asistencia a Lamela.

Lukébakio: Un gol de los que ponen al público boca abajo

El belga se sacó la espina de sus malas elecciones en el derbi y, cuando se preveía que iba a ser el sustituto de Isaac, aprovechó los pocos minutos que le dio Quique para reivindicarse con un golazo de los que ponen al público boca abajo. Se paró en el área, amagó hacia los dos perfiles y soltó un latigazo con la izquierda que se clavó en la escuadra.

Acuña: Al equipo se le echaba en falta su raza y su calidad

La verdad es que no es un jugador del que fiarse en una temporada porque es propicio a las lesiones y también tiene sus cositas. Pero cuando coge velocidad y ritmo como ayer se nota. Abrió el partido con un certero remate, pero luego hizo muchas cosas y animó un juego ofensivo que durante todo el año estuvo huérfano.

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