Turismo

"Cádiz está abocada a ser una ciudad turística, es una invasión pasiva"

Pizarra de La Tienda de La Vecina en la que da una serie de consejos de cómo ser un buen turista

Pizarra de La Tienda de La Vecina en la que da una serie de consejos de cómo ser un buen turista / B.H.

La noticia de la orden de desahucio a María Muñoz, anciana de 87 años y vecina del barrio de El Pópulo, parece haber hecho saltar las alarmas nuevamente sobre el problema de la vivienda turística y la turistificación a debate en la ciudad. Desde entonces han proliferado por las calles de Cádiz varios carteles o ilustraciones que muestran la preocupación de los gaditanos con un problema que viene de tiempo atrás. Desde Diario de Cádiz hemos querido salir a consultar a los ciudadanos para conocer de primera mano su opinión sobre la temperatura de turismo en la localidad.  

Han sido gran parte de los entrevistados los que consideran que la ciudad se encuentra masificada de turistas, buena prueba de ello son las 30.000 personas que han estado llegando a Cádiz entre el pasado 8 de mayo y este domingo 12 vía crucero, pues son hasta 11 los que han atracado en el puerto de Cádiz en un intervalo de cinco días. "Cádiz está abocado a ser una ciudad turística. El problema viene cuando la gente de fuera empieza a comprar viviendas. Eso es lo que hay que restringir, hay que limitarles la compra de viviendas, entre otras cosas", explica Francisco Gatica, empleado del Bar El Palillo, negocio que se encuentra en el corazón del barrio de la Viña.

Una cuestión que puede provocar, como ya se está viendo en muchos puntos de la ciudad, un aumento en el precio del alquiler y la vivienda. "Este es un modelo de invasión pasiva, que causa que muchos comercios propios se estén perdiendo", afirma el trabajador, que ve como cada vez son más los gaditanos que tienen que cerrar sus negocios. 

Está claro que no llueve a gusto de todos, y hay algunos que consideran que son sólo algunas épocas en las que la ciudad se encuentra masificada, generalmente de abril a octubre. Estos no creen que haya que ponerle limitación alguna a los turistas, sino al contrario, seguir trabajando el turismo y aprovechar los beneficios que este puede ofrecer a la ciudad. Además, rechazan medidas tales como la tasa turística, la cual ha generado cierta controversia entre aquellos que sí creen que la ciudad se encuentra masificada. "Lo que hay que hacer es un puerto de entrada más digno para los cruceros, y más limpio", indica un trabajador del bar El Teniente Seblón. "Los turistas son beneficiosos tanto para el negocio como para la ciudad", dice uno de los empleados de La Dorada. 

Algunos creen que es más necesario educar al turismo que poner una tasa, tal y como explica Sonia Romero, de La Tienda La Vecina: "Es necesario alejarse del turismo inconsciente, de las excursiones preparadas y enfocarse un turismo sostenible y bueno. Concienciar más de que compren en comercios locales, no viajar en fechas masificadas, instar al turista a que disfrute perdiéndose por Cádiz".

Aquellos que ven con buenos ojos la tasa turística no la consideran una solución, pero sí una forma de ir engordando las arcas de la ciudad. "Es algo que a ellos apenas les afecta y a nosotros nos viene bien para ir cogiendo dinero. Desde luego que algo hay que hacer porque para nosotros es un desastre esta masificación", afirma Mila, alma mater de la tienda Libertaria. 

Cádiz tiene un espejo donde mirarse y ese espejo es Canarias, que el pasado 20 de abril salió a manifestarse para denunciar el modelo turístico de masas de la isla, donde se quejaban de sueldos bajos, pobreza y precios de alquileres por las nubes. Sobre este modelo se queja Manuel, un joven gaditano que no duda en definirlo como "insostenible". "Cada vez hay más apartamentos turísticos y hoteles que encarecen las viviendas obligando a emigrar a los gaditanos", aduce.

Tanto es así que en el último año el precio medio de la vivienda en La Viña se ha disparado un 17,8%, hasta llegar a los 2.691 euros el metro cuadrado, cifra récord para el barrio. "Esto tiene consecuencias claras como una pérdida de identidad la ciudad, el cierre de comercios locales, sobrepoblación de la ciudad en verano que hace ciertas calles intransitables..."

Algunos ciudadanos no dudaban en plantear posibles soluciones al respecto. Entre las más comentadas se encuentra el "limitar las viviendas con fines turísticos", no sólo rechazar solicitudes sino también "investigar aquellas que funcionan de forma pirata". "No permitir que las viviendas turísticas aparezcan en fincas de vecinos, con el fin de evitarle a los residentes posibles ruidos y problemas" es otra de las más repetidas. Algunos van aún más allá y proponen "aprovechar nichos necesarios y en los que tenemos claras oportunidades de situarnos como referentes como son la energía verde, la rehabilitación energética de cruceros, movilidad sostenible", tal y como refiere uno de los entrevistados. Unas proposiciones que no son la primera vez que salen a la palestra, aunque no se haya hecho nada por profundizar en ellas. No es una cuestión de cerrarse ante el turismo, sino de hacer de este una industria fuerte mientras se potencian al mismo tiempo otros sectores de la ciudad, con el propósito de que Cádiz no dependa únicamente del turismo. 

"Lo importante es que el residente no tenga que abandonar su hogar", resume un gaditano. Al hilo de esta frase han podido verse por las calles de la ciudad varias imágenes que ilustraban precisamente este momento: Una familia de ancianos abandonando su hogar, visiblemente apenados, mientras llegan una pareja de turistas a ocupar la propiedad, con el lema Cádiz turístico. Una imagen que es obra del ilustrador catalán Andreu Zaragoza y que ha servido para representar fielmente lo que ocurre desde hace tiempo en varios puntos de la ciudad. El último, en la calle Mesón 9, en el barrio de El Pópulo. El que presume de ser el barrio medieval de Cádiz ha visto como esta finca se pretende usar para fines turísticos, expulsando si es necesario a una vecina que vive allí desde hace 57 años. Aunque recientemente, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía han rechazado 222 solicitudes para apertura de viviendas turísticas, entre ellas todas las del número 9 de la calle Mesón, sigue habiendo vivienda con fines turísticos que funcionan de forma pirata. 

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