Sevilla

Agreden a una médica y a un vigilante de seguridad del centro de salud de Pino Montano

Sala de espera de un centro de salud de la capital en una imagen de archivo.

Sala de espera de un centro de salud de la capital en una imagen de archivo. / José Ángel García

Ha vuelto a ocurrir. Una nueva agresión en un centro de salud pone en el foco el estado de vulnerabilidad ante los ataques de la ciudadanía en el que se encuentran las personas que trabajan en estas instalaciones sanitarias. En esta ocasión, fueron dos las víctimas. Los ataques se dirigieron tanto a la médica que pasaba consulta como al vigilante de seguridad del centro de salud de Pino Montano B. Ocurrió este sábado sobre el mediodía en el puesto de Urgencias con el que este ambulatorio presta asistencia sanitaria durante los fines de semanas y festivos.

Según han relatado a este medio algunos testigos, y ha confirmado fuentes del Sindicato Médico de Sevilla, y el propio Servicio Andaluz de Salud (SAS), las agresiones se produjeron cuando en torno a las 12:20 horas de ayer sábado llegó a este puesto de urgencia un matrimonio y su hijo, ya conocidos en la zona por antecedentes similares, para el que requerían una urgente atención médica al encontrarse algo indispuesto tras haber pasado la noche de fiesta. Al estar las consultas disponibles ocupadas en ese momento, se les pidió esperar el turno. Continuaron las exigencias y tras una primera revisión se comprobó que su estado no requería tal urgencia y se le pidió que esperara.

Esto enfadó aún más a la familia hasta el punto de que, según el relato de las fuentes, tanto padre como madre e hijo irrumpieron en la consulta y agredieron verbalmente a la facultativa bajo insultos y amenazas, ante lo que fue socorrida por el vigilante de seguridad del centro y en su intermediación recibió el impacto en una de las rodillas de un recipiente que fue lanzado por el joven que lo hizo caer al suelo, donde fue luego golpeado en la cabeza por otro miembro de la familia. A continuación y ante la advertencia de los presentes de llamar a la Policía, huyeron del lugar, aunque más tarde regresaron a pedir perdón por lo ocurrido, lo cual no impidió que el caso fuera finalmente denunciado. 

Ante tal agresión, el Sindicato Médico de Sevilla aprovecha para criticar la ausencia de salida de emergencias en este centro de salud, que sólo cuenta con un punto de acceso y salida, por lo que reclama sea establecido para evitar posibles futuros incidentes.

Con todo, esta agresión se suma al reguero de incidencias de este tipo que desde hace algunas semanas se han sucedido con un breve espacio de tiempo entre ellas en diferentes puntos de la provincia. Justo cinco días antes, el lunes 13 de mayo, una pediatra denunció ante la Guardia Civil de la localidad de Gerena las amenazas sufridas este lunes presuntamente por la madre de una niña tras negarse a voces a abandonar la consulta en desacuerdo con su diagnóstico.

Según informó en un comunicado el Sindicato Médico de Sevilla, fue hacia las 14:30 horas de ese día cuando una madre acudió de urgencias con su hija para que la pediatra la atendiese porque llevaba mal toda la mañana, y tras explorar a la niña, la médica le explicó los oportunos consejos terapéuticos y le dijo que podía volver ya a su casa al haber concluido la consulta.

En ese momento la madre, enfurecida, le dijo que no, que la consulta no había concluido y que antes quería que la niña se quedara a solas con la médica y luego se quedaría ella sola sin la niña. La médica le explicó que, si existía un problema social, no era el sitio para solucionarlo, puesto que ya los propios servicios del Ayuntamiento, según le constaba, habían tomado cartas en el asunto, y, entonces, el tono amenazante de la madre creció y empezó a increparle y a decirle que "desde ese instante supiera que le estaba amenazando y que se cuidará mucho porque si el padre de la niña no había sido claro en alguna ocasión, ella sí lo estaba siendo y quería que supiera que lo que le estaba diciendo era una amenaza real".

Como consecuencia, la médica tuvo que ser socorrida por sus compañeros al sufrir una fuerte crisis de ansiedad, y una vez asistida rellenó la Hoja De Registro De Agresiones y tramitó la Comunicación de Accidente de Trabajo e Incidente, además de denunciar la agresión ante la Guardia Civil.

Sólo una semana antes, en el Área de Gestión Sanitaria de Osuna se sucedieron dos agresiones más con apenas unas horas de diferencia. La primera tuvo lugar en el centro de salud de Osuna, donde una médica resultó herida tras ser agredida físicamente por un usuario que entró en la consulta de forma violenta mientras la profesional atendía a otro paciente. El segundo incidente, en Estepa, tuvo lugar a las puertas del centro de salud, donde permanecía estacionada una ambulancia ocupada por un técnico de transporte sanitario, que fue testigo de cómo un usuario pinchó las cuatro ruedas y después intentó abandonar el lugar.

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