El rezo del Santo Rosario durante la noche del Domingo de Pentescostés es uno de los momentos más intensos y vistosos de cuantos se producen durante la Romería del Rocío, ya que se produce en la oscuridad de la noche, con la única luz que arrojan las bengalas que portan las hermandades filiales durante el recorrido.

Se trata de además del acto previo a que se produzca el salto de la reja y dé comienzo la procesión de la Virgen del Rocío por las calles de la aldea almonteña. Debido a esta circunstancia, la seriedad y la compostura que marca el recorrido de las hermandades durante el rezo del Santo Rosario se mezcla con los nervios y el gentío que abarrota ya en esos momentos tanto el interior del santuario como sus alrededores para contemplar el inicio de la procesión de la Blanca Paloma.

Para este año, la Hermandad Matriz de Almonte, encargada de organizar y presidir la celebración de la Romería del Rocío, ha introducido algunos cambios tanto en la organización como en el recorrido de Rosario del Domingo de Pentecostés y así lo ha hecho saber al conjunto de hermandades filiales que participarán en él.

Uno de esos cambios tiene que ver con la ubicación que tendrá el Simpecado de la Matriz de Almonte en la Plaza de Doñana y ante el que tendrán que pasar todas las hermandades. La nueva normativa indica que, a diferencia de años anteriores, después de pasar frente al Simpecado de Almonte, se girará a la izquierda en dirección hacia la trasera de la Hermandad de Huelva y hacia la calle Almonte, siguiendo desde ahí el recorrido tradicional que comprende las calles Almonte, Moguer y la puerta del Santuario.La Matriz ha especificado que cuando los simpecados de las filiales lleguen al santuario se girarán hacia la Virgen del Rocío sin realizar inclinación en ningún momento, evitando detenerse en cualquier punto del recorrido.

El rezo dará comienzo a las 24.00 horas del Domingo de Pentecostés desde la Plaza de Doñana, donde las hermandades comenzarán su traslado hacia el santuario y lo harán siguiendo el procedimiento habitual, es decir, por orden inverso de antigüedad. Los Simpecados y las diferentes insignias de cada una de las hermandades no realizarán tampoco ninguna inclinación al situarse delante del Simpecado de la Matriz, ya que se considerará que el mero paso ante él constituirá el saludo correspondiente.