Memoria histórica

Identificadas las dos primeras víctimas de la Guerra Civil en Granada fusiladas en el Barranco de Víznar

Un investigador analiza una calavera del Barranco de Víznar

Un investigador analiza una calavera del Barranco de Víznar / G. H.

En las fotos y en los vídeos se ven esqueletos, calaveras, fémures, columnas. Pero detrás de ellos hay un código genético. Y hay nombres. Casi noventa años después de que los rastros de estas personas desaparecieran de la faz de la tierra, enterradas por las injusticias de la guerra, esos huesos ya se saben de quiénes eran. Y cuáles eran sus historias. Y eso ya repara el dolor de al menos dos familias.

El grupo de investigación de la Universidad de Granada que trabaja en la campaña arqueológica del Barranco de Víznar han conseguido identificar a las dos primeras víctimas de la Guerra Civil exhumadas de la fosa común. Un equipo de arqueólogos, antropólogos forenses, sociólogos e historiadores, trabaja en el lugar, catalogado de Memoria Histórica, desde 2021, cuando se puso en marcha la primera campaña de las cuatro realizadas. La primera de las familias ha sido ya comunicada aunque de momento prefieren guardar silencio ante el impacto de la noticia. De la segunda de ellas, la Junta de Andalucía aún no ha localizado a los familiares. El protocolo de entrega de los restos aún no está pautado.

Restos óseos de víctima en Víznar Restos óseos de víctima en Víznar

Restos óseos de víctima en Víznar / UGR

La persona encargada de tener un contacto más directo con las víctimas es Francisco de Asís Carrión, hijo del responsable del grupo de Universidad y Memoria de la UGR y sociólogo que está desarrollando su tesis doctoral sobre las exhumaciones, pero desde un punto de vista más social. Cuenta cómo la familiar que recibió la noticia de la primera identificación quedó en estado de "shock". "Todo el andamiaje emocional que suponen décadas de búsqueda, de silencio y sufrimiento, y que de repente te dicen que lo han encontrado, lo primero que me comentó fue incredulidad, y luego lágrimas de felicidad por todas las generaciones de su familia que han sufrido", relata de Asís Carrión.

"Se trata de familias que, por la transmisión oral y por documentos como los de Molina Fajardo, sospechan que sus parientes están en el Barranco de Víznar", introduce Carrión. "Ahora ha pasado de ser una hipótesis a una realidad", sentencia, añadiendo que en las entrevistas que les ha realizado a los sucesores, "el cien por cien aseguran que cualquiera de los muertos en el barranco son suyos, no solo que aparezca por ejemplo su abuelo, sino que cualquiera que aparezca les va a reportar un nivel de seguridad y felicidad altísimo. Una familiar dice que son hermanos de muerte". Estas identificaciones vienen a aportar tranquilidad a estas familias, en las que ya cundía el desánimo ya que la campaña de exhumaciones empezó en 2021.

Medición de un hueso Medición de un hueso

Medición de un hueso / G. H.

Por otro lado, Francisco Carrión, responsable del grupo de Universidad y Memoria de la UGR que lleva a cabo los trabajos en el Barranco de Víznar, explica que la identificación ha sido posible gracias a su equipo y "al excelente trabajo de los investigadores del departamento de Medicina Legal y Forense que dirige el profesor José Antonio Lorente Acosta". Carrión explica que, aunque no es posible ofrecer datos de los identificados, tales como nombre, edad, sexo, o cualquier otro dato que los identifique públicamente por motivos de confidencialidad, sus familias ya lo saben, "con el consuelo que eso supone para ellas y para el resto de familiares involucrados en la búsqueda".

Aun así, en el equipo que dirige hubo muestras de "alegría y emoción" al conocerse el resultado de las dos primeras identificaciones. Y también de los familiares de las víctimas que "ven luz al final de un proceso que se ha hecho esperar". Carrión, asimismo, espera que "en poco tiempo tengamos más" identificaciones.

De momento, continúa Carrión, "solo han sido identificadas dos víctimas, pero esperamos que el número aumente porque tenemos en proceso 94 muestras más que proceden de las campañas de excavaciones y exhumaciones que hemos realizado de 2021 a 2023, a las que habrá que añadir las muestras de la actual campaña, que terminará dentro de un mes aproximadamente".

Carrión también relató la existencia de un grupo donde hay familiares de personas que creen que sus antepasados están en esta fosa, y que recibieron la noticia "como si fuera familiares de los identificados", lo que muestra el clima de unión entre las cerca de cien familias involucradas. Y que esperan resultados, una vez abierta la puerta y confirmadas las primeras identificaciones. "Se están cotejando muchas analíticas. El laboratorio quiere asegurarlas en más de un 90%, por lo que el protocolo tiene su tiempo. Pero han aumentado el número de muestras de familiares de línea directa, de primera generación, hijos o hijas de asesinados en el Barranco. Estamos en el rango de unos doce, y eso es una buena noticia porque la probabilidad de identificación genética con los restos sea bastante alta", explica.

Trabajos arqueológicos en el Barranco de Víznar Trabajos arqueológicos en el Barranco de Víznar

Trabajos arqueológicos en el Barranco de Víznar / UGR

En el total de estas, se han exhumado 124 personas –32 de las cuales son mujeres–, que han sido encontradas en 17 fosas. Estas dos son las primeras víctimas a las que se les ha podido dar nombre y apellido, casi 90 años después de su asesinato, gracias al cotejo de ADN de los restos con el banco de datos de ADN con el que cuentan los investigadores merced a la donación de personas que creen que su familiar puede estar en alguna de esas fosas.

El Barranco de Víznar es considerado un Lugar de Memoria Democrática tras la entrada en vigor en julio de 2022 de la Ley de Memoria Democrática. En ese barranco, a apenas 10 minutos de la localidad de Víznar, se produjeron ejecuciones desde poco después del inicio de la Guerra Civil. Las víctimas que ha encontrado el equipo de la Universidad de Granada fueron, en su inmensa mayoría, asesinadas en grupo, habitualmente empleando de uno a cuatro disparos, generalmente en la cabeza. Tras la ejecución, las víctimas eran arrojadas a fosas comunes de donde ahora, casi 90 años después, están siendo exhumadas.

La previsión de Francisco Carrión es completar esta campaña con la exhumación de alrededor de 150 cuerpos, lo que hará necesario una campaña más para alcanzar los dos centenares de fusilados que estima hay en el barranco.

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