Huelva

La plaga de mosquitos en Huelva comienza a disminuir con 60 efectivos desplegados de Almonte a Ayamonte

  • La Diputación de Huelva manda un mensaje de tranquilidad de cara al verano, que no peligra pese a la alta presencia de mosquitos en primavera

  • Las lluvias en Doñana, origen de tantos insectos de este tipo en parte de la provincia onubense

El presidente de la Diputación de Huelva, David Toscano, y el jefe del Servicio de Control de Plagas, Francisco Cáceres, este miércoles en rueda de prensa.

El presidente de la Diputación de Huelva, David Toscano, y el jefe del Servicio de Control de Plagas, Francisco Cáceres, este miércoles en rueda de prensa. / Alberto Domínguez

La plaga de mosquitos que azota a parte de la provincia de Huelva comienza a disminuir poco a poco. A finales de esta semana los onubenses estarán algo más aliviados, si bien dependerá del punto geográfico en el que cada uno se encuentre. Esto se explica, según el jefe del Servicio de Control de Plagas de la Diputación de Huelva, Francisco Cáceres, en que "una red de muestreo en todo el litoral muestra cómo avanza la plaga, de manera que la persona de una localidad que esté afectada ahora, en unos días no lo estará". "Estoy convencido de que a final de semana se dará esa bajada de la presencia de mosquitos, pero realmente va a depender del lugar en el que se encuentre la persona", expone.

El presidente de la Diputación Provincial, David Toscano, asegura que "estamos actuando con todos los medios que tenemos a nuestro alcance, pero hay que decir que llegamos a donde podemos llegar". Es decir, ha insistido el presidente, “hay zonas de alta sensibilidad, como es el caso de Doñana, donde no podemos entrar. Han sido 120.000 hectáreas aproximadamente las que se han inundado en Doñana y ante eso, nada podemos hacer”. También lo confirma el propio Francisco Cáceres, que sostiene que el 100% de la plantilla trabaja para atajar esta plaga, "unos 60 efectivos desplegados desde Almonte hasta Ayamonte". 

Un vehículo de la Diputación Provincial realiza tareas de fumigación. Un vehículo de la Diputación Provincial realiza tareas de fumigación.

Un vehículo de la Diputación Provincial realiza tareas de fumigación. / Servicio de Control de Plagas de la Diputación.

Las medidas, en palabras de Cáceres, ya están surtiendo efecto, aunque cabe destacar que es "la magnitud del territorio lo que hace que estemos desbordados". En este sentido, el jefe del Servicio insiste en que desde el pasado 8 de abril "redoblamos las medidas de control, dado que los parámetros ambientales nos indicaban una alta presencia de mosquitos". La anticipación tiene un valor en sí mismo a la hora de controlar una plaga, pero hay muchas otras acciones que se dirigen a disiparla. 

"Todas las tecnologías a nuestro alcance las hemos puesto en juego", subraya Cáceres, quien explica que, entre las medidas, figuran los tratamientos antilárbicos "allí donde si pueden hacerse"; tratamientos contra adultos con distintas técnicas espaciales; y tratamientos barrera, sobre todo, en zonas verdes, ajardinadas y en la periferia de los núcleos urbanos. A todo ello se suman los trabajos de gestión del medio que se acometen durante todo el año, fundamentalmente los de desbroce de vegetación y recuperación del drenaje natural, es decir, "la retirada de sedimentos de las zonas encharcables con ánimo de que el agua que, normalmente se acumula, pueda subir a ríos o arroyos", explica Francisco Cáceres sobre esta última acción.

La meteorología está detrás de esta plaga, así como "la realidad natural de nuestra Costa, con amplias extensiones de llanuras cerca del mar, miles de hectáreas de marismas y zonas inundables", expone Cáceres, que explica que, "cuando se producen precipitaciones tan intensas en un período tan corto de tiempo -como sucedió con la borrasca Nelson-, aparecen estas circunstancias". 

"Son 160 litros por metro cuadrado los que cayeron en Huelva, lo que hizo que las marismas de Doñana pasasen de estar secas a, prácticamente, inundadas", complementa David Toscano. "Esto, unido al calor y al viento de Levante provoca una oleada de mosquitos, que tanta molestia causa", apunta, al tiempo que añade que, si bien es cierto que "causan mucha incomodidad, no tiene nada que ver con una situación de emergencia sanitaria". 

Un profesional del Servicio de Control de Plagas de la Diputación de Huelva. Un profesional del Servicio de Control de Plagas de la Diputación de Huelva.

Un profesional del Servicio de Control de Plagas de la Diputación de Huelva. / Servicio de Control de Plagas de la Diputación.

En cualquier caso, prosigue el presidente de la Diputación, "tenemos un servicio de control de plagas excepcional y referente en España que está haciendo todo cuanto puede". Eso sí, hay que tener en cuenta que Doñana, por su condición de Parque Natural, "no permite que entremos a actuar". 

El jefe del servicio de Control de Plagas también ha querido mandar un mensaje de tranquilidad de cara al verano por quien pudiese pensar que si hay una importante plaga de mosquitos en primavera, en verano el escenario será más negativo. "Hay que recalcar que trabajamos todo el año y que en verano no llueve, un elemento de tranquilidad, dado que el caso de ahora viene a raíz de borrascas como Nelson", explica Francisco Cáceres, quien añade que "en verano tenemos otra situación, como es el flujo de mareas al que está sometida nuestra Costa, pero es algo que siempre está y entendemos perfectamente".

Sobre el tamaño de los mosquitos, demasiado grande, Cáceres comenta que el cuerpo del insecto depende de las temperaturas, de manera que temperaturas más moderadas "generan morfologías más grandes, como sucede ahora; y en verano el tamaño corporal se reduce", finaliza.

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