Unicaja

El Unicaja trabaja para blindar a Kameron Taylor

Kam Taylor, durante la celebración de la BCL

Kam Taylor, durante la celebración de la BCL / Javier Albiñana

Como ya se hiciera la temporada pasada con los Kalinoski, Perry y toda esa cascada de renovaciones, el Unicaja pretende alargar la fórmula con Kameron Taylor, cuyo rendimiento ha sido magnífico desde su llegada a Málaga. Hay conversaciones en marcha y buena sintonía entre el club de Los Guindos y el entorno del estadounidense para cristalizar un nuevo contrato, que sería por varias temporadas, con aumento de salario y establecerle una cláusula de rescisión importante, a la altura de la mayoría de la plantilla. Cumplirá 30 años en octubre. Es un momento de temporada álgido, pero en el Unicaja no se para, trabajando con esa previsión precisa y poniendo bases a medio plazo, además de protegerse ante posibles acontecimientos que pueda dejar el mercado. El ganar la BCL, además de generar ese famoso millón o dar boleto para la Intercontinental, sirve para consolidar que es un proyecto en disposición de pelear títulos y ganarlos. Claro que la Euroliga es una losa insalvable, rumores inevitables alrededor de la preciada plantilla malagueña, pero significa que se están haciendo bien las cosas. 

Taylor, que ocupa plaza de extracomunitario, firmó el pasado verano un uno más uno, valor que es superior al de hace un año. Vino desde Girona como un jugador contrastado en ACB, pero había que calibrar ese salto de aspiraciones deportivas. El Unicaja quedó maravillado desde el primer día. Ya tenía unas referencias de jugador especial, también en lo humano, cuando se abonaron los 150.000 euros de su cláusula en Girona, aún secando las lágrimas por la salida de Brizuela, acción-reacción porque ya se tenía estudiado su perfil desde meses atrás. Registros distintos a los de Brizuela, pero dando al Unicaja unos argumentos que le han hecho mejor equipo que el de la temporada pasada. Es difícil verle por debajo del notable, ya sea en apartados donde no luzca tanto en la ficha, parecido a lo que proporciona Kalinoski. Permite que sea un bloque más granítico, y un Carpena que lo adora por girar partidos en un pestañeo. Un acierto total por parte del club, que ahora no solo quiere blindar, sino también un aumento de ficha acorde a su nivel y prestaciones. También con jerarquía, dentro de una plantilla de todo menos egoísta. Ha sido frecuente verle en situaciones críticas de partido, donde la pelota quema y en un buen porcentaje acertar. 

Actitudes que ejemplifican la cabeza del alero de Maryland, como su reflexión de la pasada semana en Belgrado, antes de jugar con UCAM Murcia y la difícil papeleta del descarte. "Es una dura decisión. Me sentiría mal si estuviera en su posición porque todo el mundo merece estar en la pista. Afortunadamente, todos entendemos y comprendemos que se tiene que tomar una decisión. Si te pierdes uno juegas el siguiente. Ibon lo ha manejado muy bien hasta ahora". Pequeños detalles que valen oro en un vestuario y forjar un equipo ganador, como lo terminó siendo en el Belgrado Arena. Al llegar a Málaga, consciente que venía a sustituir a Brizuela, alguien que ha dejado huella. "Antes de venir aquí sí debo reconocer que estaba algo nervioso. Era plenamente consciente de que había sido un equipo exitoso. Tenía que incorporarme a lo que habían construido la temporada pasada y quería ayudar. Seguro que me puse presión en mis hombros para no defraudar. Quería ponerme al nivel lo más rápido posible, pero todo ha ido encajando rápido, ha ido funcionando. Los compañeros me ayudaron, me decían que simplemente hiciera mi juego, me relajara y que todo saldría", explicaba en una entrevista profunda para Málaga Hoy. Rápidamente se apartó la etiqueta del sustituto de Brizuela, sino Kameron Taylor con mayúsculas. Una prioridad para el Unicaja su continuidad, más otras operaciones que se están acometiendo en paralelo. Hay un esbozo bastante avanzado de lo que pretende el club para la próxima temporada.

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