En la recta final de la undécima semana de huelga, los trabajadores de los autobuses urbanos lamentaron ayer que no haya nuevas noticias que pongan algo de luz en su conflicto. A la poca información que recibe la plantilla por parte de su propia empresa, se le une el deficiente servicio que está saliendo a diario a la calle, dejando, como ocurrió ayer, a 13 de los 19 autobuses parados en el garaje. Sólo el 30% de los servicios mínimos cubrió los trayectos urbanos provocando periodos de esperas en las marquesinas de hasta hora y media. "Esta situación la venimos denunciando desde el inicio. La falta de mantenimiento es muy grande, no se compran piezas nuevas, algunos presentan problemas electrónicos, de amortiguación, suspensión... de todo", señaló ayer el portavoz del comité, Ángel Morales.

Desde que se inició la huelga el pasado 30 de enero, pocas son las semanas en la que se cumpla, según la plantilla, el total de los servicios mínimos estipulados en la movilización. Morales declaró que "quizás durante las tres primeras semanas sí salieron todos los vehículos, pero hasta hoy ha ido disminuyendo considerablemente el transporte en la calle". Y aunque desde el comité reconocieron que esta situación es alarmante durante una huelga, especial hincapié hicieron al resaltar que "ni en los festivos ni fines de semana, jornadas exentas de protesta, hay un servicio completo".

El representante de los trabajadores remarcó que aunque los vehículos que salen tienen pasada la ITV, "a la más mínima anomalía que detecta el conductor durante el servicio para el autobús", dejando como en días pasados calles cortadas por las averías de esta flota. "El autobús se arregla de forma más o menos correcta, con piezas de otros vehículos que tenemos en el desguace, o adquiriendo en muy raros casos otras nuevas. Aunque por lo general, antes de comprar, el coche se queda parado en el garaje", apuntó Morales.

Desde el comité recordaron que esta situación ya la han denunciado en Inspección, al igual que CCOO. "Ojalá todo se quedara en un parón del autobús en la calle y no tengamos que sufrir desgracias mayores. Es cierto que el conductor está atento a posibles problemas, pero puede pasar un imprevisto que ni el mismo trabajador controle", denunció el portavoz del comité. A la espera de alguna novedad en un conflicto que está a punto de batir récord de duración, los trabajadores de la concesionaria volverán a salir hoy a la calle en manifestación para reclamar el pago de las casi cuatro nóminas que se les deben.