El Ayuntamiento anunció ayer que aprobará finalmente una concesión administrativa de 25 años para el servicio del agua, lo que supone que el equipo de gobierno retoma su idea primitiva de que sea una empresa privada la que se encargue de la gestión de esta prestación básica. El PP abandona por tanto la última alternativa que había barajado y que hace unos meses propuso la alcaldesa María José García-Pelayo y que consistía en que Aguas de Jerez (Ajemsa) se convirtiese en una empresa mixta, en la que el Ayuntamiento con un 51% ostentaría la presidencia, mientras que el 48% restante estaría bajo el control de una empresa privada. El portavoz del gobierno municipal, Antonio Saldaña, argumentó ayer que la decisión de optar por la concesión administrativa ha sido exclusivamente económica, ya que esta fórmula reportará más ingresos al Ayuntamiento que el modelo mixto. "Desde el principio hemos dicho que nuestro interés no es ir en contra de lo público, sino que se trataba de una cuestión económica, por la situación en que se encuentra el Ayuntamiento". La inyección que supusieron los créditos ICO para hacer frente al pago a proveedores hicieron pensar en aquel momento (el mes de marzo) que no sería necesario llegar a la privatización del servicio del agua, pero, según afirmó Saldaña, tras evaluar la situación y las previsiones de Tesorería se ha optado por la primera idea, más ventajosa económicamente, aunque también con más detractores. Adelantándose incluso, a más que probables críticas, Saldaña recordó que hasta el Ayuntamiento de Barbate, con un gobierno socialista, ha adoptado una medida similar.

De hecho la alcaldesa mantuvo ayer reuniones con el comité de empresa de Ajemsa, cuyos trabajadores se verán directamente afectados por este cambio de gestión del servicio, con los alcaldes pedáneos y con la Plataforma por la Gestión Pública del Agua, para informarles de la medida. El pliego de condiciones para la concesión administrativa, que ayer se aún se estaba ultimando, podría aprobarse hoy mismo en la junta de gobierno local y si no es posible, se hará en los próximos días, según dijo el portavoz municipal.

En este pliego se recoge que la tasa del agua sólo se actualizará un máximo del IPC anual durante el periodo de la concesión, con lo que, según Saldaña, queda garantizado que no habrá una subida desorbitada del recibo del agua, una de las críticas de los colectivos que se oponen a que el Ayuntamiento deje de gestionar directamente el servicio. Del mismo modo, el pliego incluye el mantenimiento de las bonificaciones del 95% en la tarifa, de las que actualmente se benefician 465 familias sin recursos. "Tampoco hay riesgo -defendió Saldaña- de que la calidad del agua sea inferior porque el pliego contempla que la empresa, aparte del canon, tendrá que hacer inversiones anuales en el mantenimiento y mejora de las infraestructuras".

Desde el Ayuntamiento se insistió en que no se trata ni de "un venta ni de la privatización" del servicio y que por contra supondrá "un balón de oxígeno financiero para las arcas municipales". No en vano, se prevé que el Consistorio podría ingresar con esta medida prevista en el Plan de Ajuste una cantidad superior a los 80 millones de euros y el propio Saldaña resaltó que el Ayuntamiento mantendrá una supervisión de la prestación que realice la empresa concesionaria, a través de un servicio técnico municipal que realizará un seguimiento continuo para controlar tanto la calidad del agua como el cumplimiento de las condiciones del contrato.

En cuanto a la plantilla de Ajemsa, sólo se mantendrán como trabajadores municipales los adscritos al servicio de residuos sólidos urbanos, mientras que el resto pasará a la empresa que consiga la concesión del agua. Saldaña apuntó que el pliego de condiciones garantiza la estabilidad de estos empleados y el respeto a los derechos laborales adquiridos. "De hecho se incluye la carta de garantías de sus puestos de trabajos propuesta por el Ayuntamiento, que ya había aceptado la plantilla". En relación a los empleados de Imesapi, la empresa encargada de las labores de mantenimiento de la red de alcantarillado y el abastecimiento del agua, la concesionaria que se quede con la gestión del agua estará obligada a subcontratar a esta empresa o bien a subrogar a sus trabajadores, al igual que se respetará el contrato con Jesytel para el mantenimiento del sistema informático.