Salud y Bienestar

Hepatitis C y cirrosis, enemigo común

  • Un estudio demuestra que una combinación de nuevos antivirales cura más del 90% de los casos de hepatitis C más grave, que son los que están detrás de las cirrosis hepáticas

Explica el especialista del Hospital Clínic de Barcelona Xavier Forns que algo menos de un 20% de los pacientes de hepatitis C tienen o acabarán teniendo el peor grado de la enfermedad: cirrosis hepática. Una condición relacionada con un importante riesgo de sufrir cáncer de hígado y otras complicaciones como hemorragias o líquido en el abdomen. Para más inri, los pacientes de este tipo respondían hasta ahora poco y mal a los tratamientos disponibles para ellos, los mismos que para el resto de los pacientes.

Pero las cosas están cambiando en el campo de la hepatitis C, hasta el punto de que ningún especialista duda ya de que los medicamentos actuales serán historia en menos de cinco años. Son estos medicamentos, el interferón pegilado -que se administra en una inyección semanal- y la ribavirina los que son especialmente mal aceptados por los pacientes con cirrosis. "Muchos de los enfermos tenían que dejar el tratamiento", explica Forns.

Este médico catalán es uno de los firmantes de un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine, en el que se demuestra que no solo hay esperanza para los pacientes con cirrosis, sino que el nuevo tratamiento, que ha demostrado una eficacia de más del 90% en estos enfermos, es tolerado "casi como un paracetamol". El estudio en cuestión, bautizado como Turquoise - II, ha evaluado la eficacia de tres nuevos antivirales para la hepatitis C cercanos a la aprobación en Estados Unidos y ribavirina en 300 pacientes infectados por el genotipo 1 (el más frecuente en España) del virus de la hepatitis C y con cirrosis. A algunos se les administraron los fármacos, cuatro pastillas al día -dos por la mañana y dos por la tarde- durante tres meses y a otros durante seis. Aunque estos últimos tuvieron mayor porcentaje de éxito (el virus se eliminó en el 95,9% de los casos), también fue elevadísima (del 91,8%) en los que solo se trataron 12 semanas.

Estos resultados, que se suman a otros positivos obtenidos por medicamentos también en desarrollo y recién o a punto de ser aprobados por autoridades sanitarias estadounidenses y europeas, van, a juicio de los especialistas, a cambiar el panorama para todos los afectados por esta enfermedad. Sin embargo, los nuevos medicamentos, tanto los probados en este estudio concreto como otros similares, cuentan a priori con la pega de su elevado precio, que aún se desconoce al no estar la mayoría aprobados en España. Sin embargo, Forns cree que "a pesar de que son caros, los laboratorios fabricantes llegarán a acuerdos con la administración" y vaticina que para este mismo año o el siguiente ya se dispondrá de todos o algunos de estos antivirales.

Entre sus ventajas destaca que se consumen por vía oral y, por supuesto, que se trata de tratamientos curativos; es decir, al contrario que el tratamiento de la infección por el VIH, el del VHC persigue la erradicación del virus. Tres o seis meses después del inicio de las terapias los pacientes quedarán libres de la enfermedad para siempre.

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