La expectación fue ayer importante en la casa de hermandad del Prendimiento, en calle Merced. Se convocaba la firma del protocolo por el cual se liberaba a un preso de Puerto 3 por petición de la cofradía y el obispado. El beneficiado no estuvo presente. No le hubiera importado pero le recomendaron que mejor guardara el anonimato. Su pena no es baladí: 27 años de prisión de los que lleva cumplidos 22 y disfrutará de 5 años de libertad condicional tutelada por la cofradía, el obispado y el Hogar San Juan. Ha alcanzado la edad de jubilación, responde a las iniciales M.M.M. y tiene proyectado establecerse en Jerez donde ha iniciado una relación sentimental. Estos son los datos que se dieron a conocer de la persona que el Miércoles Santo vestirá la túnica de nazareno rojiblanca, la cual fue ayer ofrecida al Señor en su capilla en el contexto de una oración que dirigió monseñor José Mazuelos.

Seis meses de gestiones han sido necesarios hasta alcanzar la firma de ayer. Todo empezó a fraguarse en septiembre cuando la hermandad y el obispado se pusieron manos a la obra para llegar a conseguir el visto bueno de Instituciones Penitenciarias. No será un hecho aislado. El director de Puerto 3, Miguel Ángel Rodríguez, adelantó que todos los años se procederá a una liberación tal y como sucede en otras ciudades, la más conocida Málaga, "si lo pide el obispado y la hermandad". En la conferencia de prensa, el director matizó que se trata de una concesión de libertad provisional y que el beneficiario "es reinsertable y quiere abrir una nueva etapa en su vida". Puerto 3 acoge a medio millar de internos entre hombres y mujeres. Rodríguez subrayó que el servicio que presta el cura Paco, como se conoce al responsable de Pastoral Penitenciaria, "es un pilar básico en la atención a los internos". Explicó también que el proceso empieza en "la Junta Tratamiento que eleva una propuesta a Dirección General, que en este caso fue bien acogida, accediendo a la libertad condicional del penado".

Manuel Fernández, hermano mayor del Prendimiento, evaluó este acontecimiento como un hecho histórico para la hermandad: "la relación del misterio del Prendimiento de Cristo casa perfectamente con el acto que celebramos hoy por el Año de la Misericordia". El cura Paco dejó caer la petición, como idea de futuro, de una acción conjunta de las hermandades "para crear un espacio en el que acoger a presos liberados para atenderlos", algo que la Pastoral Penitenciaria que dirige hace ya habitualmente con la ayuda del Hogar San Juan.

Por su parte monseñor Mazuelos manifestó que cuando se planteó el Año de la Misericordia surgió la idea de la liberación a propuesta de la hermandad con la "inquietud del cura Paco de implicar a Puerto 3", donde la idea tuvo buena acogida. "Es una alegría estar aquí cumpliendo una obra de misericordia más y me alegra que tendrá continuidad", dijo Mazuelos para concluir manifestando que "la Misericordia da un beso a la Justicia". Finalmente se firmó el documento oficial por el prelado, hermano mayor, párroco de Santiago y director de la prisión, siendo testigos el cura Paco, el presidente Pedro Pérez, el delegado Joaquín Perea y oficiales de la hermandad.

En la capilla se rezó al Señor: "La justicia divina es la Misericordia. Es aislar al mal con el bien. Esto representa esta túnica", reflexionó Mazuelos ante El Prendimiento al que se le ofreció el gesto.