Programación Guía de la Feria de Jerez 2024

Sucesos

"Intenté apagarlo pero reventó la estufa, tuvimos que salir corriendo"

  • Un incendio al prender el paño de una mesa camilla en un piso en el Mopu deja catorce afectados, ocho de ellos trasladados al hospital. Los bomberos intervinieron durante dos horas.

Ha sido el susto de sus vidas. A las once de la noche del pasado martes se vivió en el bloque 1 de la barriada de La Constitución -más conocida como el Mopu- una pesadilla. La mesa camilla de la casa de Rogelia Rodríguez, en la primera planta del edificio, comenzó a arder y en cuestión de segundos la vivienda se inundó de fuego y humo. Catorce personas tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios y ocho de ellas trasladadas al hospital. Una de ellas, Rogelia, de 58 años y con problemas de corazón. A última hora de ayer aún seguía en el centro hospitalario con una angina de pecho.

Rogelia vive en la casa con su hija Silvia y dos nietos, de 13 y 9 años. Todos estaban en el domicilio la noche del martes. Ayer, Silvia y su hermana Rocío, junto a otros familiares y vecinos, volvieron a la casa para intentar salvar lo poco que el fuego no había quemado. "Aún estaba acostada porque trabajo por la noche. De repente, mi madre empezó a chillar 'Silvia, Silvia, sal'. Me levanté corriendo y estaba la mesa camilla ardiendo. Saqué a mis hijos y a mi madre, intenté apagarlo pero reventó la estufa, dio un explotío. Tuvimos que salir corriendo. Todo ocurrió muy rápido, muy rápido", relató Silvia.

En la mesa del salón aún se veían ayer restos de los platos de la cena, "fue después de cenar sí, comimos albóndigas", añadió el hijo pequeño junto a su madre. La familia, que cuenta con un seguro de hogar -"gracias a Dios", apuntó la afectada-, espera hoy que el perito examine la vivienda, que a simple vista, es un agujero negro. "Ha quedado todo siniestro total. Tengo a mi gente, mis hermanas, y nos quedaremos con ellas hasta que esto..., no sé ni qué decirte. Vamos a sacar lo poquito que nos queda vivo -dijo Silvia señalando un par de cajas de móviles encima de la cama-. Por lo menos nosotros estamos vivos, aunque mi perro ha muerto, se lo encontraron aquí...".

Poco tiempo pasó desde que prendió parte del paño de la mesa camilla hasta que saltó la alerta en el bloque, de 32 viviendas. Algunos vecinos, sobre todo los de las plantas superiores, decidieron dirigirse a la azotea, encontrándose la puerta de acceso atascada. Uno de ellos la abrió de una patada -citan los afectados- y pudieron salir. Otros, como Candelaria Blanco y sus hijos, salieron a la calle. "Vivo frente por frente de Rogelia desde hace 31 años, y vaya susto, pero susto, pánico". Candelaria también precisó asistencia sanitaria al padecer problemas de bronquios y estuvo ingresada en el hospital hasta las cuatro de la madrugada. Ayer, ya en su casa -todos los vecinos pudieron volver menos la familia de Rogelia- aún no se creía lo que había ocurrido esa noche. "Estaba acostada con el camisón y todo puesto. Y de repente los niños, ¡corre corre corre! Les dije, 'espérate que coja algo para taparme'. Cuando salimos al pasillo ya no se podía respirar, así que aunque me tapé la boca, tragué humo", cuenta Candelaria. Su hijo Fernando, que reside en Mallorca y está en Jerez por vacaciones de Navidad, añadió que "menos mal que estaba aquí. Teníamos que mantener la calma, cogimos un teléfono móvil para llamar a mis hermanos y ya estaba la feria montada. Saqué a mi madre, cogí a mi perra y fuera. Un horror".

Desde el consorcio provincial de Bomberos informaron que los efectivos de Jerez llegaron al bloque y se encontraron el piso "en llamas y con gran carga de temperatura, generando gran cantidad de humo que inundó los huecos de escalera". Mientras parte del operativo iniciaba la extinción del fuego, el resto rastreó las escaleras y las viviendas para localizar a los vecinos, ayudando a salir a ocho que se encontraban en los pasillos. Los efectivos necesitaron 1.000 litros de agua, comenzando el servicio a las 23,11 horas y terminando a las 01:25. Tras apagar el fuego, los bomberos sanearon la zona y utilizaron un turboventilador para la evacuación forzada de humos.

Hasta el lugar de los hechos se desplazó una dotación de 10 bomberos con un vehículo rural, una autobomba urbana pesada, un vehículo escala y uno de mando. Emplearon además equipos de respiración autónoma, cámara térmica, turboventilador, herramientas de mano y material de iluminación. En la zona, también se personaron efectivos de la Policía Nacional, Policía Local y servicios sanitarios.

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