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Jerez

Las Torres, unas vistas a una obra "empantanada"

  • La paralización de las obras de desdoble entre el hospital y la rotonda de Área Sur provoca las críticas de los vecinos "Queremos respuestas", reclaman

El que debería ser ya uno de los nuevos carriles de la avenida Reina Sofía -entre el hospital y la rotonda de Área Sur- es a día de hoy prácticamente un 'pipican'. Al menos, en el lateral de Las Torres. En lugar de asfalto, hay arena. En lugar de vehículos, los perros pasean con total libertad. Una tela verde tirada por el suelo intenta hacer las veces de una malla para impedir el paso a una zona que, hace meses, contaba con un centenar de aparcamientos para la barriada. Hoy solo se ve arena, piedras y aceras sin terminar.

"Las obras en este tramo comenzaron el 16 de septiembre y supuestamente iban a durar tres meses. ¡Qué decepción! A principios de diciembre se paralizaron y todavía, a pesar de los intentos por conocer los motivos, no sabemos nada", denunció ayer el presidente de la asociación vecinal Bellos Horizontes, Francisco Jiménez. "Cuando empezaron las obras no veas el bombo que le dieron, y ahora, cuando pedimos explicaciones por el estado actual, lo único que recibimos es la callada por respuesta. Habré llamado al delegado de Urbanismo -Agustín Muñoz- unas nueve o diez veces, pero hija, nunca está", lamentó Jiménez, quien añadió que lo que la asociación quiere es una respuesta que dar a los vecinos que "nos preguntan a diario".

"Estamos sin aparcamientos y sin cubos de basuras. A esto no hay derecho, es imposible aguantar más. ¿Cómo puede ser que los contenedores estén tan lejos? Aquí viven muchas personas mayores, yo entre ellas, y no podemos estar andando hasta los demonios para tirar la basura. ¡Somos personas mayores!", criticó Delia Céspedes. Justo después, Josefa Saborido denunció otro de los grandes problemas: "El otro día mi madre se puso mala y tuvimos que llamar al 061. ¿Y qué te crees? Pues que con las obras como están, la ambulancia no podía llegar al bloque. Menos mal que el coche que estaba en una esquina era de un familiar e hicimos un hueco para que pasara la ambulancia, que si no, no sé cómo se habrían llevado a mi madre". Ante la queja de Saborido, los vecinos que poco a poco se habían reunido en la obra paralizada comienzan a hablar de movilizaciones, de protestas, de denuncia colectiva. Saborido levantó la mano y dijo "a donde haya que ir, yo voy. Así no se puede seguir".

Miguel Benítez, vecino de la plaza Andana, remarcó que "esto es una vergüenza, una falta de respeto a la asociación vecinal. ¿Qué somos? Esto no es de recibo". Las críticas de Benítez no sólo iban dirigidas al estado de la obra, sino también a la falta de aparcamiento: "Al final hay coches hasta en las aceras".

En este sentido, el presidente vecinal remarcó que sólo en la bolsa de aparcamiento junto al colegio Sagrada familia -junto a la plaza del Cabeceo- hay seis plazas de minusválidos, dos de ellas 'provisionales' por las obras de la avenida. "En el entorno hay unas 98 plazas y según el Ayuntamiento son 'suficientes'. Pues bien, sólo en esos tres bloques de la plaza Cabeceo hay, por cada edificio, 44 viviendas. Si a eso le sumas, los coches del colegio, los del hospital y los de los vecinos de otros bloques que vienen aquí a dejar sus vehículos... ¿Son suficientes? Es evidente que no", denunció Jiménez, quien remarcó que "aquí, el 40% de los coches pertenece al personal y a los usuarios del hospital". "¿Qué quieres que te diga? Pues que está manga por hombro toda la barriada. Yo no quiero aparcar en la puerta de mi casa, pero tampoco es justo que tenga que ir hasta La Plata para dejar mi coche. Desde hace siete años la cosa ha ido a peor y ya no podemos aguantar más. Queremos soluciones", señaló Juan Antonio Huertas. A su lado, Antonio Cabilla añadió: "Esto es una película que ya ha perdido hasta el color. Estamos muy irritados por la situación, porque lo que reclamamos y denunciamos no es por gusto, sino por necesidad".

Las obras de desdoble entre el hospital y la rotonda, que tienen un presupuesto que supera los 1,1 millones de euros, están adjudicadas a la UTE Asfaltos y Construcciones Elsan y Construmar Construcciones y Contratas. Ayer, la actividad en la zona era nula y sólo cuando un grupo de vecinos se reunió en la avenida se acercaron dos operarios. "Lo que nos fastidia es la falta de información. Nos sentimos y nos tratan como ciudadanos de segunda clase. Los vecinos les importamos un pimiento y no se dan cuenta que estos mismos vecinos también votan. Queremos una obra terminada, no empantanada", concluyó Jiménez.

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