El Grupo Caballero ha comenzado la distribución -por el momento restringida- de su nueva marca estrella y una de las más importantes del Marco de Jerez, el fino 'La Ina', que adquirió el pasado el pasado mes de junio a Osborne. La casa portuense ha decidido que esta marca y las otras tres que completan el lote procedente de Domecq que adquirió a la 'firma del toro' -'Botaina', 'Río Viejo' y 'Viña 25'- salgan al mercado bajo el etiquetado de su filial jerezana, la prestigiosa Emilio Lustau.

El Grupo Caballero, tal y como avanzó a este medio hace unos meses su presidente de honor, Luis Caballero Florido, apenas ha introducido cambios en la presentación de la botella, entre otras razones por el convencimiento de que se trata de una marca que, pese a los avatares que ha sufrido a lo largo de los últimos quince años, mantiene toda la fuerza en su nombre ('marcón', la definió el propio Caballero en esas mismas declaraciones) y no necesita más modificación que la de la adaptación a su nueva realidad empresarial, sin modificar su espíritu. En este sentido, lo primero que llama la atención es la desaparición de la palabra Domecq (en blanco sobre fondo negro) en la parte superior de la etiqueta. A continuación, hay que destacar que el escudo con el nombre Pedro Domecq se sustituye por una versión libre (no tiene corona y tiene menos leones y castillos) del escudo de Jerez. A partir de aquí, los cambios en el etiquetado son mínimos: 'La Ina' sigue ocupando el mismo tamaño con el mismo tipo de letra y solamente cambia el tamaño y el orden en el que aparece la leyenda 'Jerez fino muy seco'. Lo que desaparece es la propuesta de consumo 'sírvase frío'. Por último, en el anverso llama la atención la modificación de la fecha de establecimiento. Efectivamente, el Grupo Caballero ha querido mantener con el mismo tipo de letra el 'establecimiento' de la bodega que aparece serigrafiado en la parte baja de la botella, con lo que ahora pasa del 1730 a que se remonta Domecq al 1896 de Emilio Lustau.

La contraetiqueta se simplifica ya que aparece con menos literatura sobre sus cualidades y sus posibilidades gastronómicas, con un tipo de letra mucho más sencillo. Es aquí donde aparece la única referencia a Emilio Lustau, llamada a albergar en sus instalaciones de Pintor Muñoz Cebrián la existencias y el embotellado de la marca en los próximos meses.

Esta primera partida de 'La Ina' ya bajo Lustau se embotelló el pasado mes de diciembre en Beam Global (antiguas bodegas Domecq) debido a los acuerdos entre Osborne y la multinacional norteamericana que fructificaron en la adquisición de 'La Ina' y otras trece marcas de vino y brandy por el 'grupo del toro', acuerdos a los que tuvo que subrogarse.