La firma Ebro Puleva, a través de su filial Dosbio 2010, confirmó ayer la paralización del proyecto de la planta de biodiésel que construye en los antiguos terrenos de la azucarera de Jédula, en Arcos.

La firma frena este macroproyecto después de que pusiera hace un año la primera piedra para levantar esta planta, en la que estaba prevista la producción de 200.000 toneladas anuales de biocarburantes y la creación de medio centenar de nuevos puestos de trabajos.

El cerrojazo al proyecto se ampara en la crisis que atraviesa el sector de las oleaginosas y los biocarburantes en España, según aclaró ayer la alcaldesa de Arcos, Josefa Caro (PSOE), tras reunirse a mediodía con los directivos de la empresa.

La empresa desiste de esta actividad energética que proyectaba en la Sierra argumentando la difícil competencia que los productores mantienen con el biodiésel que viene de Estados Unidos. El sector apunta además a la dificultad para que el cultivo de la colza arraigue de nuevo en la producción agraria para generar el aceite, que es la materia prima necesaria en este tipo de centrales de carburantes.

Por tanto, Jédula sufre el segundo revés en menos de una década en materia de desarrollo industrial. Sus tres mil habitantes se enfrentaron primero al cierre de la fábrica de azúcar, que Ebro Puleva dirigió durante más de 30 años en esos mismos terrenos. Y ahora ven cómo se esfuma el que sería uno de los grandes proyectos económicos para el pueblo.

La firma volvió el año pasado a Jédula para ponerse al frente de este proyecto, que contó con los parabienes de la Junta de Andalucía, cuya inversión total se estimaba en unos 60 millones de euros.

De hecho, el consejero de Innovación, Francisco Vallejo, se desplazó en marzo de 2007 para presidir la colocación de la primera piedra para el inicio de los trabajos.

Ahora la paralización deja prácticamente a la mitad las obras para la construcción de una zona que estaba prevista para el refinado del aceite, otra para la extracción del biocarburante y otra para la planta de cogeneración. El plazo de finalización de estos trabajos se fijaba para el próximo mes de Julio. Con la marcha atrás del proyecto, la firma congela la inversión y estudiará las posibilidades económicas e industriales que tiene el emplazamiento.