Ser la primera hermandad en echarse a la calle tiene a su favor aglutinar la expectación y las ganas de Semana Santa. Así fue como ayer, Jueves de Pasión, la hermandad de Bondad y Misericordia o del Lavatorio de Pies, reunió en la iglesia de la Victoria a una gran cantidad de público que rápidamente se contagió del entusiasmo que esta joven hermandad puso en su procesión pre semanasantera. Hace tiempo que quedó claro para la corporación seguir saliendo es esta jornada en vez de pasar a la nómina de hermandades del Sábado de Pasión. Y parece que así seguirá siendo hasta que definitivamente pase a la Carrera Oficial. Por lo pronto, ayer, la hermandad dio un paso más en su madurez al estrenar sus hermanos la túnica nazarena. Cerca de un centenar de cofrades vistieron este hábito de colores rojo y blanco, que  representan al cuerpo y la sangre de Cristo, con un escudo sobre el antifaz, una granada con una cruz clavada, que relaciona a la hermandad con la orden de San Juan de Dios; carece de capa, está acabada con un escapulario y una correa, del mismo modo que el hábito que visten los religiosos.

 Salió de la Victoria, que fue otra excepcionalidad, por las obras que se llevan a cabo en su sede en San Juan Grande, lo que no fue óbice para que la hermandad, de ida, llegara hasta el hospital de los hermanos de San Juan de Dios para rendir presencia en el lugar donde nació. En el cortejo se integró un tramo de hermanos y representación oficial de la hermandad de La Soledad, como gesto al ser la que acoge este año a la cofradía, así como de la hermandad de La Redención.  La Agrupación Musical San Juan llenó el ambiente de compases cofrades muy bien interpretados, arrancando así esta formación el trabajo que le resta esta Semana Santa y que en Jerez, desde el sábado, acompañará a otras seis hermandades. Como vaticinio de lo que ya se apunta para la Semana Santa, ayer el cielo estuvo despejado, con algo de fresco, lo que ayudó en gran medida a vivir un gran anticipo de lo que queda por delante.