El transcurso del tiempo es implacable e inevitable. No tenemos el control sobre la mayoría de los aspectos del futuro, incluido el proceso inevitable de envejecimiento al que estamos sujetos por el simple hecho de existir. Así, a lo largo de la vida, las células se enfrentan a diferentes factores estresantes, como la radiación solar, que causan la acumulación de defectos en su estructura, lo que conduce al envejecimiento de los tejidos. Así, a medida que pasa el tiempo, las células del cuerpo comienzan a deteriorarse y acumularse, dañando incluso las sanas y aumentando el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer. Pero, gracias a la ciencia, un nuevo hallazgo podría revertir el envejecimiento de estas células 'zombis' y ayudar a limpiar las células dañadas que quedan después de los tratamientos de cáncer. Se trata de una molécula capaz de destruir estas células viejas, sin afectar a las sanas, lo que abre la puerta a poder retrasar el envejecimiento de los tejidos del organismo y, eventualmente, a mejorar la calidad y la esperanza de vida en humanos.
Este hallazgo ha sido descubierto por científicos de la UOC en colaboración con la Universidad de Leicester, cuyos resultados se han publicado en la revista 'Aging'. Los científicos explican que cuando las células alcanzan un punto crítico, se activan mecanismos de defensa para prevenir el desarrollo de tumores. Estos mecanismos pueden llevar a que la célula "se suicide" mediante un proceso llamado apoptosis, o entrar en senescencia, un estado en el que la célula deja de funcionar adecuadamente y comienza a producir sustancias que afectan negativamente a otras células cercanas, contagiándoles un estado similar al de células "zombis". Cuando el organismo es joven, el sistema inmunológico se encarga de eliminar estas células y limpiar los tejidos.
Con el paso de los años, el sistema inmunológico deja de desempeñar eficientemente su función de eliminar las células envejecidas, y los factores que causan esta disminución aún no se comprenden completamente. Como consecuencia, estas células "zombis" se acumulan en los tejidos, lo que resulta en un deterioro de su funcionamiento y envejecimiento.
De esta forma, el envejecimiento celular se relaciona con el acortamiento de los telómeros, que son las estructuras protectoras en los extremos de los cromosomas. A medida que las células se dividen, los telómeros se acortan y, eventualmente, llegan a un punto en el que la célula ya no puede dividirse correctamente y entra en un estado de envejecimiento o senescencia. Las células senescentes pueden secretar moléculas inflamatorias y promover un entorno propicio para el desarrollo del cáncer.
Molécula CUDC- 907
El medicamento, al inhibir dos vías de comunicación celular, se estaba investigando para eliminar las células que quedan severamente dañadas después de recibir quimioterapia o radioterapia. Estas células, al no morir y entrar en senescencia, pueden contribuir a la formación de un nuevo tumor. Según el Dr. Macip, este medicamento podría administrarse junto con la quimioterapia o la radioterapia para eliminar estas células "zombis" y reducir significativamente la recurrencia del cáncer.
Además, los investigadores consideran que este medicamento podría tener aplicaciones en otras enfermedades en las que la acumulación de células senescentes desempeña un papel, como el Alzheimer. Una dosis intensiva del medicamento podría limpiar el cerebro y prevenir la progresión de la enfermedad. También se cree que podría ser útil en el tratamiento de la fibrosis pulmonar idiopática para frenar su avance, más allá del envejecimiento en sí mismo.
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