Toros

'Cobradiezmos', indultado en la plaza de Sevilla en la Feria de Abril 2016

  • Pese a su historial, la ganadería de Victorino no debutó en la Maestranza hasta 1996

A pesar del importante historial de la ganadería de Victorino Martín, con éxitos rotundos en todas las plazas de máxima categoría de España y Francia, sorprendentemente la divisa no fue contratada para lidiar en Sevilla hasta la temporada de 1996, año en el que lidió una corrida en la plaza de toros de la Maestranza de Sevilla el 18 de abril, con José Ortega Cano, Raúl Gracia El Tato y Pepín Liria en el cartel. Desde entonces, cuando ha sido contratada, ha obtenido varios éxitos importantes, ganando en algunas ediciones de la Feria de Abril el premio a la mejor corrida y al mejor toro. Pero entre los éxitos más importantes en Sevilla y en el historial de la ganadería se encuentra el reciente indulto del toro Cobradiezmos en la Feria de Abril de 2016.

Este toro, según el ganadero Victorino Martín García, es más completo que Velador, único indultado en Las Ventas.

Cobradiezmos, uno de los toros más importantes de esta vacada, se lidió el 13 de abril de 2016. Marcado con el número 37, de pinta cárdena, con 562 kilos, conquistó el corazón de la afición sevillana. Fue una máquina de embestir, que Victorino Martín García define del siguiente modo: "Embestía con bravura, con codicia, repetición y humillaba. Emocionaba ver cómo hacía surcos en el albero; eso no es normal y es lo que ha dado prestigio a nuestros toros y la diferencia con el resto de ganaderías. Además, tuvo una gran fijeza y ¡lo que duró!... Después de una faena larga e intensa daba la sensación de que quería más guerra... Ha sido nuestro mejor toro en Sevilla y muy cerca aquel Borgoñés, que toreó El Cid. Manuel entendió a Cobradiezmos".

Manuel Escribano afirma: "Fue un toro muy completo desde que salió por chiqueros. En los primeros capotazos ya se vio su bravura e intensidad. En el caballo fue codicioso, recargó y metió los riñones... Estuve muy entregado desde recibirlo a portagayola, los lances, las banderillas. En la muleta lo comencé sometiendo con las dobladas por bajo, pero dando los pases muy largos. Toreé siempre por abajo y con muletazos largos. Siempre enganchando desde delante y llevando muy atrás al toro, con series de cuatro y cinco muletazos para llegar al tendido ¡El toreo que yo sueño!... Para que se llegase al indulto hay que ser generoso y lucir al toro. Yo le exigí y toreé para él. Fue una faena de principio a fin... El toro era de indulto. Lo digo como torero y como aficionado. Por su bravura, casta, hechuras, profundidad, por su forma de humillar y porque no aflojó en ningún momento... fue casi la perfección de lo que busca el ganadero".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios