Toros

El Juli indulta a 'Fanfarria', de Daniel Ruiz, en Valladolid

El Juli, en un desplante, delante del toro 'Fanfarria', de Daniel Ruiz, que fue indultado ayer en Valladolid.

El Juli, en un desplante, delante del toro 'Fanfarria', de Daniel Ruiz, que fue indultado ayer en Valladolid. / nacho gallego / efe

El Juli, que cortó dos orejas y rabo simbólicos al indultar a Fanfarria, del hierro de Daniel Ruiz, fue el gran triunfador de la tarde en Valladolid, en la que también salió a hombros Román, mientras que el peruano Andrés Roca Rey se marchó vacío.

Prendió la traca El Juli con el cuarto. Román entró por la vía de la sustitución y salió también por la puerta grande del coso vallisoletano en lo que ha sido una tarde de argumentos y con mucho interés. Aunque lo mejor, sin duda, sucedió en el cuarto.

El madrileño sale a hombros junto a Román y Roca Rey se marcha de vacío

El Juli, con Fanfarria, un toro noble y con clase en la embestida, lo cuajó a placer en faena a más mientras construía una obra de temple, ritmo, mano baja y ligazón. Ésos fueron los principales ingredientes de este guiso. Exprimió las cualidades de un toro con mucho fondo, tanto al natural como en varias tandas sobre la diestra, que tuvieron rotundidad. Aquello se fue calentando, desembocando en el indulto. Algo excesivo, si se tiene en cuenta que el toro únicamente fue en una ocasión al caballo, cumpliendo en su pelea.

El Juli le había buscado las vueltas al primero, un toro que reponía en su embestida, pegajoso. El madrileño, en una faena en la que primó la técnica sobre el lucimiento, le perdió pasos entre muletazo y muletazo en una labor larga, de aliento, sin respiro. Infame resultó el bajonazo.

Román no vino a pasar la tarde en su presentación en Valladolid. Original recibo al segundo, abrochado por una larga cambiada de rodillas, tras unas gaoneras y varias caleserinas. Se dejó venir Román en la muleta un toro con movilidad y transmisión, al que le costaba tomar el primer muletazo. Faena sin renuncias, de más emotividad que exquisitez, en la que el valenciano no se dejó nada en el tintero.

Román salió a revienta calderas en el quinto. A portagayola le dio dos largas cambiadas de rodillas. Se lo hizo a favor del toro en la apertura a Lacerado, lo llevó a media altura. Corrió bien la mano Román, sobre la diestra. Lo empujó a embestir hacia adelante. Firme el torero aguantó parones, a medida que bajó el empuje en la embestida de Lacerado dio paso a los circulares invertidos y toreo de cercanías. Contundente espadazo.

A Roca Rey se le coló el tercero por el izquierdo en el primer muletazo. Libertino salía con la cara a su aire a mitad del embroque. Esforzado al natural, pero anodino y despegado. Tan voluntarioso como mecánico y espeso de ideas. Las luquecinas finales arrancaron los mayores aplausos. Aviso antes de montar la espada.

El limeño hizo un esfuerzo con el que cerraba plaza, un toro protestón y con la cara entre las manos, y estuvo por encima de la deslucida condición del animal.

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