Historias Taurinas

Morante, 26 de abril de 2023: no digas que fue un sueño...

Morante abrió la segunda Puerta del Príncipe de su carrera hace un año.

Morante abrió la segunda Puerta del Príncipe de su carrera hace un año. / Arjona-Pagés

“Después de mí, nadie…” la frase pertenece al catálogo de sentencias del todopoderoso Guerrita pero podría haberse escrito para el hermoso recital, cúspide de una Feria para enmarcar, que marcó un punto y aparte en los anales de la plaza de la Maestranza hace un año exacto. No pasaba desde 1971: Morante cortó un rabo diferencial en la cúspide de su propio legado creando un clima de felicidad colectiva que ya es inolvidable para todos los que tuvieron la dicha de vivirlo. Se lo llevaron a hombros al hotel, cortaron las calles, lo vitorearon como a un héroe de otro tiempo…

El impacto, el poso, la trascendencia y la emoción de aquella tarde del 26 de abril de 2023 permanecerá en la memoria del aficionado. Pero ese concierto morantista no dejaba de ser el quinto –o sexto movimiento- de una larga sinfonía que comenzó a tocarse el primero de octubre de 2021. Después llegaron los hermosos recitales de 2022 y, finalmente en 2023, reinvestido como diestro base de la Feria, comenzó a calentar los motores el día 24 de abril con la corrida de Matilla después de manejar escasas opciones por la decepcionante corrida de Núñez del Cuvillo en la tarde del Domingo de Resurrección.

El diestro de La Puebla se encaró aquel día con el presidente Fernández Rey –había faltado petición en honor a la verdad- después de haber estado sencillamente perfecto con el primero de la tarde. Pero lo mejor estaba por llegar en forma de concertino secreto –fue una faena alada, armónica, cadenciosa, imaginativa, perfectamente ligada y escenificada- premiado con una oreja que con otro público, en otro tiempo, habrían debido ser dos.

Uno de los muletazos al toro 'Ligerito' de Domingo Hernández. Uno de los muletazos al toro 'Ligerito' de Domingo Hernández.

Uno de los muletazos al toro 'Ligerito' de Domingo Hernández. / Arjona-Pagés

Y en esas andábamos –la feria seguía navegando a todo trapo- cuando llegó la tarde del 26. Morante hacía el paseíllo a la izquierda de Diego Urdiales y Juan Ortega para estoquear los toros de Domingo Hernández. Fue la tarde de las verónicas oníricas de Ortega que, es un poner, pudieron espolear a Morante para, a la salida del cuarto, condensar en poco más de 20 minutos una tauromaquia global –auténtico puente entre todas las épocas del toreo- en la que se encadenaron varios esplendores: desde los dos faroles con los que saludó al toro, pasando por las maravillosas verónicas, las tafalleras convertidas en toreo fundamental, la hondura de los lances de frente por detrás, la excelencia de una faena rabiosamente clásica y la estocada que rubricaba el milagro. El palco, presidido por José Luque Teruel, estuvo a la altura concediendo ese rabo diferencial que subrayaba el acontecimiento. Después de mí, nadie…

Morante donó el traje de aquel triunfo al museo de la Real Maestranza. Morante donó el traje de aquel triunfo al museo de la Real Maestranza.

Morante donó el traje de aquel triunfo al museo de la Real Maestranza. / Archivo A.R.M.

Un vestido con historia y para la historia

Una semana después del milagro, Morante iba a donar al museo de la Real Maestranza el vestido jacaranda y azabache que lucía ese 26 de abril. Lo hizo en un concurrido acto celebrado en el Salón de los Carteles de la plaza de toros. Se subrayaba así la importancia del acontecimiento vivido en aquella tarde primaveral de la que ahora se cumple un año.

Se había cortado y bordado en el obrador de Justo Algaba. El sastre había basado en unos antiguos diseños del antiguo obrador de Uriarte para reproducir el mismo terno que llevó Joselito El Gallo el 30 de septiembre de 1915, fecha en la que se encerró en solitario con una corrida de Santacoloma en la plaza de la Maestranza. Aquel día cortó la primera oreja que se concedía en la historia del coso del Baratillo al toro ‘Cantinero’. Pero Morante ya había lucido otro traje de inspiración gallista en la tarde del Domingo de Resurrección de 2023. Fue un hermoso grana y oro clonado del que llevaba José en la fatídica tarde de Talavera...

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