Los caracoles son un plato muy típico de nuestra región, Andalucía, sobre todo en primavera. Aunque sea una plato que se consume mucho en nuestra Comunidad Autónoma, es realmente típico en las naciones mediterráneas de tradición católica, como España, Italia y Francia. Lo bueno de este plato es que es muy versátil y se puede preparar de diferentes formas. Un ejemplo son los caracoles al vino tinto, una manera muy conocida de preparar esta receta, al igual que sucede con los caracoles en salsa de mantequilla y ajo. Al igual que estas variantes sencillas, los caracoles pueden prepararse con acompañamientos y salsas más elaboradas, como puede ser los caracoles en caldo de jamón ibérico y pimentón, o fritos con aceite y cebolla.

Receta de la abuela: Caracoles en salsa, un plato que evoca pura tradición https://t.co/Tr9yl6CSxy

— Moncloa.com (@Moncloa_com) April 19, 2024

¿Cuál es el origen de esta deliciosa y tradicional receta?

Para saber el origen debemos viajar en el tiempo muchísimo, en concreto, al Paleolítico. En esta época los caracoles era una comida deliciosa, rápida, y una increíble fuente de proteínas fácil de obtener, en comparación con la caza de animales más grandes y peligrosos. Se han encontrado restos fosilizados de conchas de caracol en lugares como los Alpes Marítimos de Francia y el Abric de Benidorm en España.

Avanzamos en la historia hasta la época de la civilización romana, en el siglo VIII a.C. En esta época, los caracoles se pusieron de moda, por así decirlo, tanto, que nacieron los primeros criaderos de caracoles. A los romanos les gustaban los caracoles por su sabor, pero además de esto también por sus nutrientes y sus propiedades curativas.

El declive del Imperio Romano dio pie a un cambio cultural gigantesco y el consumo de caracoles disminuyó considerablemente, aunque no llegó a desaparecer, ya que con la hambruna, los cristianos en España utilizaron caracoles como un recurso clave para no morirse de hambre y prevenir la desnutrición. Durante la Cuaresma, los caracoles ganaron popularidad como una alternativa barata a la carne.

Si queremos saber cuándo se cocinó la primera receta de caracoles, es un dato complicado de saber, aunque por ejemplo, en la literatura romana, como en "De re coquinaria", podemos encontrar muchas recetas de por aquel entonces, entre ellas, caracoles que se hacen fritos o asados con diferentes salsas y condimentos. A día de hoy, en la época de primavera, podemos comer caracoles casi en cualquier bar y podemos encontrarlos preparados de mil maneras e ingredientes, como el perejil y otras hierbas, que les dan un toque delicioso.