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Cd guadalcacín-sevilla c

José Vega prolonga la racha (1-1)

  • El extremo se fabrica el empate -penetración, penalti y gol- ante un filial incansable Diego Galiano juega de '9' y reactiva a los locales

Una brillante acción personal de José Vega, muy entonado todo el partido, permitió al Guadalcacín igualar con un incansable Sevilla C y de esta forma prolongar su racha de partidos consecutivos sumando, que ya se eleva a seis jornadas, lo que supone la mejor marca del club jerezano en Tercera División, un nuevo registro histórico que bate el equipo que entrena Ismael Pérez.

Y costó lo suyo, porque tal y como avisaba el entrenador jerezano en la previa, el filial sevillista fue muy distinto, por ejemplo, al Córdoba B: los cachorros hispalenses dejaron de un lado la calidad que se les supone y se amoldaron desde el pitido inicial a las exigencias del Fernández Marchán, donde los partidos son habitualmente incómodos, de juego directo y segundas jugadas, de intensidad, brega y pelea por cada palmo de terreno y con la pelota casi más tiempo por arriba que por abajo. Chesco, entrenador visitante, traía la lección aprendida -vio cuatro veces la remontada del Guada al Écija y se buscó un lanzador de saques de banda para entrenar los lanzamientos de Manu Macías- y sus pupilos se pusieron el mono de trabajo para jugarle al equipo jerezano con sus mismas armas.

En efecto, con dos equipos jugando a lo mismo el partido se tiño de aquellos que peleaba el West Ham en el viejo Upton Park y que sacaba adelante por empuje, percutiendo sin cesar al rival: balones colgados al área a la menor ocasión, los centrocampistas mirando de un lado a otro viendo el balón bombeado de una defensa a otro y un sinfín de cabezazos, despejes y rechaces, presión en defensa agobiante obligando a jugar al primer toque para avanzar hacia el campo rival.

Así fue la mayoría de la batalla de ayer entre azules y rojos, una guerra de guerrillas con enorme trabajo de zapa en la que se peleaba cada palmo de terreno, pero a cada avance aparecía un contrario para cortar y despejar sin contemplaciones. Y vuelta a empezar, y así una y otra vez. Y así no fue un partido bonito, pero sí tremendamente intenso, de lucha sin cuartel y sin desmayo, esfuerzo que agradecieron los entrenadores luego y la hinchada local a los suyos.

Huelga decir que hubo pocas ocasiones y hasta en los goles los equipos se intercambiaron los papeles: el Sevilla C se adelantó en un saque de banda -habitual recurso ofensivo del Guadalcacín con la catapulta que supone Manu Macías- y los locales empataron en una jugada individual de José Vega, que tiró de calidad para penetrar como un tiro por la izquierda y meterse en el área, donde Núñez midió mal su entrada y derribó claramente al zurdo jerezano, que se encargó de tirar el penalti tras pedir permiso a Diego Galiano, primer lanzador del equipo.

Como se esperaba, Ismael apostó por Juan Rosillo en punta para suplir la ausencia del sancionado Javi Tamayo, pero al Guada le faltó chispa en ataque, sobre todo porque en los balones altos que consiguió doblar Rodri -referencia en los saques de Lebrón-, Rosillo se veía en enorme inferioridad de centímetros con los centrales sevillistas. Por ahí el costó lo indecible al equipo de casa avanzar y pasó a buscar las bandas, volcándose el juego poco a poco a la izquierda, donde José Vega puso la calidad para ganar metros.

Con las defensas todo lo adelantadas que podían, el Sevilla C tuvo muy claro buscar el fútbol directo y una vez arriba, tratar de rasear el balón. Orihuela fue el primero en probar fortuna, encontrándose con un Lebrón bien situado. Respondía el Guada con un cabezazo de Diego Galiano a saque de banda de Manu Macías que Rosillo desvió. Con enorme equilibrio de fuerzas, el filial rompió el partido en un saque de banda en el que el balón quedó muerto allá por el área chica, donde el central Villapalo cruzó con la zurda a la red. Vaya palo.

El Guada trata de reaccionar, Ismael cambia de banda a Álvaro y José Vega pero no llegan las ocasiones, y las que hay no tienen buen remate, como un cabezazo de Luis Castillo que se pierde altísimo. Diego Galiano se las tiene tiesas con Villapalo en cada jugada a balón parado pero Guarnido Peters -tan británico como el partido, dejando jugar y permitiendo los contactos- no señala nada, y la primera mitad acaba con una falta directa lanzada por Luis Castillo que sale fuera por poco.

En la segunda mitad el Guadalcacín trata de irse arriba pero el Sevilla C no le deja, inasequible al desaliento. A la hora de partido, Ismael mueve pieza: mete a Diego Galiano arriba, de delantero centro, ubica a Manu Macías de central y baja a Álvaro al lateral, colocándose Rosillo en la derecha del ataque.

El Guada insiste y con la referencia del capitán arriba el Sevilla C ya no lo tiene tan fácil para despejar los balones aéreos y poco a poco el partido se vuelca hacia el área del espigado Samu, que tapa bien un zurdazo de José Vega desde fuera del área. Pero el filial no renuncia al ataque y una internada de Nané por la derecha acaba con un centro raso que remata Giráldez obligando a Lebrón a estirarse para atajar el balón junto a su palo derecho; en el ataque siguiente, el balón llega a José Vega, con metros por delante y sólo Núñez por delante: el extremo jerezano entra en velocidad, recorta al lateral y entra en el área, y cuando está perfilándose para el pase o el remate es zancadilleado por detrás. El claro penalti lo transforma el propio Vega, asumiendo la responsabilidad tras permiso de Galiano, primer lanzador.

El empate anima al Guada e Ismael busca un revulsivo en ataque con la entrada primero de Martel, que sustituye a un Rosillo vaciado, y luego de Ismael Barrios, que debuta con la elástica azul. Y es el equipo local el que con más ahínco busca la victoria, aunque sin ocasiones claras: un buen derechazo de Martel desde fuera del área que sale rozando el poste fue la mejor de los locales; un empalme muy alto de Ismael Barrios y un par de saques de esquina seguidos pusieron el punto final a un partido en el que ambos equipos se trabajaron el punto, empate con el que el Guadalcacín prolonga su racha de partidos sin perder -ya son seis- y aumenta a cinco puntos su ventaja con el descenso.

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