La exalcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, ha anunciado esta semana que renuncia a sus cargos de concejal del Ayuntamiento y de diputada provincial. Rodeada de los suyos, bromea y comenta que ha "coincidido" su decisión de decir adiós a la política con el anuncio del Papa. Va vestida de verde -"color esperanza", dice- y sonríe al confirmar que ha "cerrado una etapa" y, por fin, podrá "disfrutar de la familia". Reconoce que su trayectoria política le ha permitido hacer muchos amigos, pero que ha descubierto que otros no lo eran, "eran amigos del poder, no míos". Ahora sólo piensa en volcarse en su trabajo y asegura que no le guarda rencor a (casi) nadie, "los he perdonado, si no me volvería loca". Aun así adelanta que está preparando sus memorias porque quiere dar su "propia versión de la historia. Ya que otros la han dado a través de otros medios, yo también voy a dar mi opinión sobre lo ocurrido porque creo que no tiene desperdicio". Antes de ello, repasa en esta entrevista parte de su carrera política.

-Desde que perdió las elecciones en 2011 tenía claro que se iría, ¿no cree que el retraso de su decisión ha perjudicado a su partido?

-No sé si le ha perjudicado o beneficiado, pero desde luego tengo muy claro que el PSOE fue la primera fuerza en esta ciudad desde 2003 con Pilar Sánchez a la cabeza, pasamos de ser la tercera fuerza a ser la primera. Tengo muy claro que, en algunas ocasiones, se ha beneficiado a la situación del partido y de la ciudad. Entonces, entiendo que el tiempo tenía derecho a marcarlo yo y lo he marcado, consensuado con el partido.

-Ha dicho que la historia pone a cada uno en su sitio. ¿Cómo le gustaría ser recordada?

-Me gustaría que la historia fuese capaz de evaluar con cierta objetividad el trabajo que hicimos. Me conformo con eso. Sé que al contar esa historia hay que contar con una crisis muy grande, que hizo que hubiera mucha pérdida de empleo, pero que no es una causa directa de la labor del gobierno local, todo lo contrario. Sí me gustaría que se recordara a este gobierno por el esfuerzo que hizo por cambiar las dinámicas de esta ciudad, por traer empresas, infraestructuras... En fin, creo que se hicieron muchas cosas y, como todo gobierno, ha tenido sus luces y sus sombras. No pido más a la historia que esas luces y esas sombras se pongan en la balanza y se cuenten como fueron, no como alguien ha querido contarlas, sino que haya una cierta objetividad a la hora de valorar el trabajo. En aquel momento puedo decir que se produjo la tormenta perfecta y creo que hubo mucha gente que quiso hacerle daño a Pilar Sánchez incluso haciéndole daño a Jerez, mucha gente que le hizo daño a Jerez queriéndole hacer daño a Pilar. Y eso no lo perdono.

-Ha reconocido que también cometió errores..

-Bueno, cometí errores lógicamente, errores y aciertos como todo el mundo, pero mi intención siempre fue hacerlo todo lo mejor posible, dejarme la piel, y ahí está el resultado y, como he dicho, que la historia lo juzgue.

-Le han acusado de estar ausente desde que llegó a la oposición, si hubiese estado más presente ¿no le hubiera resultado más sencillo reivindicar lo que hizo el PSOE?

-No podíamos estar por ahí como Penélope todo el día en el banco, esperando y reivindicando lo que hicimos. No importa ya ni quien lo hizo, pero lo cierto es que está ahí, se benefician los ciudadanos, que son los únicos que me importan, y se pueden contar por cientos las obras que hicimos en esta ciudad.

-Se ha lamentado de que antes sufría "huelgas preventivas" y que ahora ha cambiado el panorama. ¿A qué cree que se debe?

-Creo que hay un escenario distinto, ahora mismo hay una conciencia de crisis que no existía entonces. Antes si no pagabas era porque la alcaldesa gestionaba muy mal. Ahora si no se paga es porque no hay dinero. La crisis llegó con toda la virulencia y desde el gobierno empezamos a ver rápidamente las consecuencias, pero en la ciudad todavía no había esa conciencia de crisis. Entonces cuando yo pongo un ERTE encima de la mesa, que era una solución para no despedir a nadie, se necesitaba un consenso que no tuve. Sin embargo, ahora han autorizado que se produzca un despido masivo, que se privatice Ajemsa... Suceden cosas que en aquel momento no hubiesen podido suceder. Era muy difícil y no era que no tomáramos medidas. Lo hicimos lo mejor que pudimos y un dato objetivo está en que hicimos un Plan de Ajuste tan importante que 2011 se ha cerrado con un superávit de tres millones y medio.

-¿Fue complicado gobernar teniendo al 'enemigo en casa'?

-Sí, es mucho más complicado. Hubiera sido más sencillo con el apoyo de tu partido y de los tuyos. Y, bueno, pues no toda la culpa se la echo a los demás, yo también habré podido cometer errores pero desde luego la culpa que me hicieron pagar fue excesiva. Hoy entiendo, con la perspectiva que me da el tiempo, que fue bastante injusto y que el fin no debió de justificar los medios en aquel momento.

-Ha reconocido que enfrentarse al "aparato provincial", con Francisco González Cabaña a la cabeza, ha sido uno de sus mayores errores.

-Sí, sí, fue clave. Fue clave porque había cosas con las que no se podía jugar en esta provincia y una de ellas era tocar el aparato provincial. Afortunadamente el partido ha pasado página, hubo un momento de renovación muy importante en la provincia y un buen equipo de gente con ganas, la provincia necesita del esfuerzo de todos. Yo espero que los grandes partidos de España, los que han hecho posible la gobernabilidad de este país, se pongan de acuerdo, dejen el 'tú más' y sean capaces de sacarnos adelante a todos del sitio en el que estamos que, por cierto, es bastante complicado y malo.

-González Cabaña dijo que "ya era hora", cuando usted anunció su decisión de dejar la política...

-Sencillamente no me interesa en absoluto la opinión de Cabaña. Es más, creo que ya él no debería ni de opinar porque ni siquiera le corresponde, esa labor le corresponde al aparato provincial y ya no forma parte de él porque los militantes de este partido así se lo dijeron. Bastante daño me hizo, y bastante daño le hizo a esta ciudad.

-¿Cuándo habla del daño que le hizo se refiere, por ejemplo, a cuando propuso a Fustegueras como candidato a la Alcaldía?

-Imagínate que dos semanas antes de presentarte a las elecciones, te presenta otro candidato tu presidente provincial. Hoy me río, pero en aquel momento era totalmente desesperante porque era una zancadilla tras otra, desde el primer momento. Pero vamos que no me quiero ni siquiera acordar porque yo no gasto un solo segundo de mi tiempo en pensar en González Cabaña, allá él con sus miserias.

-Ahora que deja la política, ¿con qué se queda de sus años de alcaldesa? ¿Qué fue lo mejor?

-Es muy difícil elegir una sola cosa porque hay muchos más momentos lógicamente agrios y amargos que buenos, buenos son muy poquitos. Pero vamos, quizá me quede con la cercanía de las personas, con la gente a la que he podido ayudar. Desde la persona que se te acercaba sin zapatos y tenías que echarle una mano ese día, que los ha habido, hasta la que te venía que no podía pagar la luz... Es decir, todo lo que ha supuesto una mejora para los ciudadanos y que yo veía que llegaba directamente a ellos. Esa es la parte con la que yo me quedo, con haber estado al lado de la gente que sufría. Me acuerdo de un incendio en el que murieron unos niños, yo estuve con la familia... (Se emociona y deja de hablar).

-¿Y cuáles han sido esos momentos agrios y amargos?

-Lo peor de todo era ver cómo la gente perdía el empleo, eso ha sido para mí lo más duro de todo, sin paliativos. Ver cómo la crisis empezaba a afectar a muchos ciudadanos, que te pedían trabajo a donde quiera que ibas. También quizá muchas veces la incomprensión de que no era justo que estuviésemos trabajando de la manera que, si el día tenía 24 horas, yo trabajaba 25. No dormía. Y que, sin embargo, muchas veces no se trasmitía lo que estábamos haciendo, los problemas que teníamos tan gordos e irresolubles. Muchas veces no contabas ni con la comprensión de los tuyos. Me parecía muy injusto la imagen que muchas veces se ha querido dar de mí. Me acuerdo de que si viajaba o dejaba de viajar. Mire usted, yo me llevo un certificado del Interventor del Ayuntamiento en el que se dice que esta alcaldesa no gastó un sólo céntimo en viajes, no hice nada que supusiera un gasto extraordinario para el Ayuntamiento nunca. Esa parte ha sido para mí muy negativa, pero de verdad que no tengo ningún rencor, todo eso ha pasado, el tiempo que me queda quiero dedicarlo a mi trabajo, que me encanta, y a terminar algunos procesos que me quedan pendientes y que se tienen que cerrar bien.

-Abandona su carrera política, pero tiene aún pendientes dos juicios por su gestión como alcaldesa ¿Le preocupan?

-No, he sido también víctima de una persecución judicial muy larga, me denunciaron hasta por felicitar a un trabajador, por pagar a las trabajadoras de Acasa... En el proceso de los asesores estoy denunciada por dos asesores, que es lo que ha quedado al final. Dos asesores que estaban perfectamente nombrados y que hoy no están en el Ayuntamiento porque el problema de la plantilla del Ayuntamiento no es un problema que haya generado ni mi partido ni yo. Si aquel que te denuncia hubiera sido juzgado por la gente que ha contratado sin ningún procedimiento, pues no habría ni banquillo ni cárceles ni jueces suficientes... Parece como una broma macabra del destino que lógicamente se aclarará, quizá me parezca triste que se utilicen los recursos públicos en intereses particulares, porque creo que se está haciendo, el uso y abuso de la justicia para demostrar no se sabe qué en una vendetta personal contra mí. Pero confío plenamente en la justicia. Estar hablando de la contratación de dos asesores con la que está cayendo, me parece un poco ridículo. Y que me juzguen por haber traído una empresa a Jerez y haberle dado 20 ó 14 puntos en vez de 7, que yo no se los di evidentemente, pues me parece un poco ridículo a estas alturas de la película y con la que está cayendo.

-Pilar Sánchez y María José García-Pelayo han sido siempre 'enemigas' en el Ayuntamiento. Sorprende ahora su mensaje conciliador deseando suerte al gobierno municipal...

-Sí, sí de corazón, lo digo de corazón, porque vivo aquí, mis niños son jóvenes y tienen que trabajar aquí, y esta ciudad necesita de un buen gobierno. Le deseo a la señora Pelayo altura de miras, que sea capaz de tender la mano de verdad, no con la boca pequeña como ella lo ha hecho siempre, y que sea capaz de aprovechar las capacidades del resto de los concejales que se sientan al lado de ella. Estoy segura de que si muchas de esas decisiones que está tomando equivocadas, las consensuara, no las tomaría y no se le haría más daño a la ciudad. Le deseo de verdad, de corazón, lo mejor, y siempre estaré a su disposición y a la de esta ciudad.

-A partir de ahora ha dicho que se volcará en su trabajo como directora del Instituto Andaluz de Cualificaciones Profesionales. Un nombramiento que ha estado envuelto en la polémica.

-Quizá se malentendió el tema. No es un cargo político, es una cosa técnica, sólo para funcionarios, no se puede nominar ahí a cualquier político, sino que tiene que tener un perfil. Se presentaron 3 personas a la plaza y bueno, entre toda la mesa, se valoraron los 3 currículos y la decisión fue el nombramiento de un trabajo técnico relacionado con mi profesión. Por lo tanto, entiendo que el trabajo que desarrollo ya está en el marco estricto de mi trabajo profesional como educadora, y nada más.

-Anuncia que deja la política. Pacheco también lo hizo y volvió.

-Yo me retiro de la política local y provincial definitivamente. Y puedo asegurar que no me voy a volver a presentar a nada en Jerez por una razón clara, porque mi propia familia me lo pide y se lo merece también. Es lo que desea el conjunto de las personas que me aprecian y me han visto sufrir mucho aquí. También me merezco entrar en otra etapa y bueno, ya no es solo la etapa de alcaldesa, es que ya antes fui delegada provincial, me tocaron 5 años muy duros. Inauguré 34 institutos y centros educativos en la provincia. Fue una etapa muy importante que también me dio muchísimo trabajo pero, desde el año 98, ya son algunos años, y toca cerrar esta puerta.

-Ha insistido, además, en que quiere dejar paso y dar la oportunidad a otras personas.

-Yo nunca he vivido de la política. Soy profesora desde 1978, aprobé las oposiciones en el 82, y siempre he vivido de mi trabajo y he tenido conciencia de que esto era un paréntesis. No todos los políticos pueden decir lo mismo, algunos que se sientan en el pleno no tienen ni un mes de cotización en la Seguridad Social por su propio trabajo, que no es mi caso. Creo que nadie es imprescindible y todo el mundo debería dejar paso a otras personas como estoy haciendo yo y espero que haga todo el mundo. Eso podía estar totalmente recogido en los estatutos del partido, nadie debe vivir de la política toda su vida, eso es un gran error que produce muchos males como los que estamos viviendo estos días lamentablemente en el ámbito nacional. Triste espectáculo el que están dando algunos políticos.