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Jerez

"En breve cuatro Ruiz-Mateos jugarán al parchís en la cárcel"

  • Joaquín Yvancos, ex mano derecha del empresario, augura dos nuevos ingresos en prisión en meses

El abogado Joaquín Yvancos, que fuera durante largos años la mano derecha de José María Ruiz-Mateos en sus negocios, hizo pública ayer su satisfacción después de que "las innumerables acciones judiciales contra la familia hayan comenzado a dar frutos". Yvancos ha pasado de asesorar al patriarca de la familia a hacerlo con las personas que se han visto perjudicadas por las actividades de Nueva Rumasa, escándalo de los pagarés de por medio.

Según apuntó Joaquín Yvancos en declaraciones a este medio, el ingreso en prisión de los hijos menores de quien fuera el propietario del holding Rumasa, Álvaro y Javier Ruiz-Mateos, "nos ha llenado a de alegría", en clara referencia a las personas que perdieron los ahorros (en muchas ocasiones los de toda una vida) después de que los invirtieran en unos pagarés que tras pagarse durante un tiempo con su correspondiente beneficio acabaron finalmente en la cuneta, sin pagar beneficios, y con el dinero absolutamente perdido.

Yvancos, que dice ser otro de los afectados por esta presumible estafa pues también confió en la referida inversión, señala que esta acción judicial viene a enmarcarse "dentro de una serie de cambios judiciales en los que la salida del fiscal jefe Torres Dulce ha propiciado que un caso que llevaba dos años absolutamente parado haya vuelto a tirar para adelante".

Dicha espera fue realmente insoportable para muchos afectados, si bien la llegada de una fiscal jefe ha permitido desbloquear el caso, dando como resultado el ingreso en prisión de los dos hijos menores de Ruiz-Mateos, Álvaro y Javier para más señas, que eran administradores de una sociedad cuando tenían respectivamente 18 y 22 años. Ambos deberán cumplir en la prisión de Navalcarnero (que fue la elegida por ellos mismos) una condena de dos años y nueve meses de prisión, lo que les mantendrá durante algo más de un año sin poder salir del centro penitenciario hasta beneficiarse del tercer grado. Tal y como informara ayer este medio, ambos deberán abonar una multa de 1,8 millones de euros (300 millones de las antiguas pesetas) por el impago del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en la venta de un hotel en la localidad castellonense de Peñíscola.

En declaraciones a este medio, Yvancos apunta que la paralización del ingreso en prisión estuvo aguardando durante dos años, hasta que se hizo efectivo.

Un hecho que no se puede pasar por alto es que contra este ingreso en centro penitenciario se había interpuesto el correspondiente recurso de amparo, el cual (tal y como sucediera en el conocido caso del ingreso en la cárcel del ex alcalde Pedro Pacheco) sigue su curso pero no impide en ningún momento que los afectados se vean exentos de entrar en una prisión, algo que nuevamente se ha visto comprobado. Así lo informó a este medio un conocido abogado que lleva asuntos a la familia.

En cierto aspecto estos últimos acontecimientos han venido a poner en primera línea de la actualidad el inicio de una serie de acciones legales contra la familia Ruiz-Mateos que pudieran prolongarse durante meses. No en vano, Joaquín Yvancos destaca que "en estos momentos los hijos de José María Ruiz-Mateos tienen medio centenar de causas abiertas por toda la geografía española", lo que va a suponer, según su punto de vista, la apertura de procesos que, en buena parte de los casos, se verán acelerados "al tratarse de causas con preso". Se refiere exactamente a que cuando un caso se instruye suele acelerarse en el caso de que la persona encausada se encuentre privada de libertad, para de esta forma no prolongar dicho estado en caso de que se declarara inocente en la referida causa.

Para Yvancos, la llegada de los hijos de Ruiz-Mateos a los juzgados no ha hecho más que comenzar. "Es más -apuntó- creo que en apenas unos meses otros dos hermanos suyos, Alfonso y Pablo, también estarán encarcelados. Podrán entonces entre los cuatro jugar al parchís en prisión".

La única salida que le resta a la familia es, según quien fuera el más cercano asesor del patriarca de la familia, "confesar dónde está el dinero de los inversores, entregarlo y rendir cuentas con la Hacienda pública", en clara alusión a que tan sólo de esa manera se podía minorar el efecto de la Justicia sobre las actividades llevadas a cabo por Nueva Rumasa.

Un dato destacable es que el 28 de enero se quebró un triste récord. Hasta el momento, el único miembro de la familia jerezano-roteña que había ingresado en un centro penitenciario fue el patriarca, José María Ruiz-Mateos. Parece ser que la tónica es que muchos de sus hijos le seguirán los pasos.

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