Tres de cada diez euros de los ingresos que obtiene el Ayuntamiento proceden de la recaudación de impuestos. Sin embargo, la situación de crisis económica ha afectado de lleno a su principal vía de financiación por la ya consabida caída de los ingresos por la actividad urbanística, que tiempo atrás fue una copiosa fuente para la calle Consistorio.

De hecho, en los últimos cinco años la recaudación global ha caído un 11%. Así, el cobro del IBI (Impuesto de Bienes e Inmuebles), el tributo que más liquidez da al Ayuntamiento, está en niveles de 2009. Según los datos facilitados por el Área Económica, el pasado año se cobraron por este concepto unos 43,04 millones, unos 2,5 millones menos que en 2013. También se produjo una caída en otros impuestos tales como el IAE (Impuesto de Actividades Económicas), que generó un 3,3% menos, o el de circulación, por el que percibió un 4,8% menos con relación a 2013.

Eso sí, lidera la caída de recaudación las tasas urbanísticas pues en 2010, por ejemplo, el Ayuntamiento recaudó por estos tributos unos 9,677 millones; en cambio, el año pasado no llegó a los 2,4 millones (la diferencia con respecto a 2013 es del 30%). Al menos, en 2014 hubo una ligera recuperación del Impuesto de Construcciones (ICIO), por el que el Ayuntamiento obtuvo unos 916.000 euros, casi 100.000 euros más que hace un año. Pero esta cuantía es aproximadamente la mitad de lo que percibía antes del estallido de la crisis. También se ha mantenido los ingresos por la llamada plusvalía, un tributo que grava la compraventa de inmuebles. El pasado año, el Consistorio ingresó unos 6,8 millones, 2,5 más que en el ejercicio anterior.

A pesar del descenso, la carga impositiva sigue siendo uno de los pilares de la economía municipal puesto que a su peso tradicional se une que es una vía de financiación relativamente estable (con sus lógicos vaivenes). Otros capítulos de ingresos, en cambio, tienen una mayor fluctuación entre ejercicios pues dependen, por ejemplo, de las subvenciones que se reciban de otras administraciones (las denominadas transferencias corrientes) o la venta de patrimonio municipal (el traspaso de la gestión de la gestión del agua a una empresa privada supuso unos ingresos extraordinarios de 80,5 millones).

En cambio, Jerez no puede recurrir a una de las principales fuentes de financiación que tienen las entidades locales, la llamada Participación en los Ingresos del Estado (PIE), pues tiene suscrito con el Gobierno central un acuerdo por el que destina la integridad de esta cuantía (unos 48 millones anuales) al pago de la deuda 'histórica' -débitos con la Seguridad Social y entidades bancarias, fundamentalmente-. Y la suscripción de nuevos préstamos está notablemente limitada por el Ministerio de Hacienda debido a la complicada situación financiera municipal.

Por lo tanto, ¿qué alternativa tiene el Ayuntamiento para mejorar sus ingresos?. La vía fácil, aunque impopular, es la subida de impuestos pero el gobierno local del PSOE ha reiterado que no piensa hacerlo y, por el momento, sigue la línea apunta por el PP durante el anterior mandato de no incrementar la carga fiscal hasta, al menos, 2020. Por ello, confía en que la recaudación comience a remontar en próximos ejercicios conforme mejore la situación económica nacional.

Por otro lado, se pretende incrementar los niveles de ingresos mediante una potenciación de las inspecciones tributarias. En las dos revisiones que este verano se han realizado al plan de ajuste, el documento que establece las líneas de actuación para evitar que el Ayuntamiento mejore su contabilidad, se recogen dos medidas para incrementar los ingresos. Así, se estima que el Consistorio podrá obtener unos 800.000 euros más al año reforzando la recaudación ejecutiva gracias a unos convenios con la Agencia Tributaria y la Junta. Además, a partir del año próximo se pretende "potenciar" la inspección tributaria para tributos como el IAE con el objetivo de "descubrir hechos imponibles no gravados", tal y como apuntó el delegado de Economía, Santiago Galván semanas atrás. Economía estima que estas medidas podrían suponer en estos primeros años un incremento de sus ingresos de unos 1,4 millones, aunque se lograrían picos de 5,7 millones en ejercicios posteriores.

El escenario que barajan los servicios económicos municipales es de que haya un incremento de los ingresos corrientes (recaudación más subvenciones) de unos 800.000 euros entre 2015 y 2016 para subir hasta los dos millones anuales a partir de 2018.