Las nuevas tecnologías han descubierto al ser humano otras perspectivas y enfoques de la realidad, ayudándolo a conseguir una vida más cómoda y abierta a una visión globalizada, gracias a que éstas poseen algo que dificultaba, entre otros aspectos, la rápida comunicación entre personas, organismos, estamentos, etc., la instantaneidad en la transmisión y recepción de los mensajes.

Tecnologías que han invadido nuestra vida cotidiana casi sin darnos cuenta, como Internet. La web no es más que una derivación de una herramienta de carácter militar, rápida, segura y sin limitaciones. Hoy presente en muchísimos hogares, en los colegios, bibliotecas, e incluso la existencia de cibercafés, es un elemento utilizado por todos, sin distinciones de ningún tipo.

El carácter práctico de este elemento no tiene límites, pero aplicaciones como los "chats", los "messengers", u otros "softwares", e incluso en gran medida la telefonía móvil y sus "sms", pueden tener sin un buen control parental unas aportaciones nada constructivistas a la educación de sus hijos/as. Tengan como ejemplo estos datos: " el 92% de los jóvenes de entre 14 y 24 años posee móvil y nueve de cada diez aseguran utilizar de manera habitual el servicio de mensajes, que ha pasado a ser el principal elemento de comunicación entre los adolescentes provocando el empobrecimiento del lenguaje y el desconocimiento de las reglas ortográficas."

El uso de una terminología y vocabularios tan particulares, con innumerables abreviaturas, simbología, sustituciones, etc., hacen mella en los alumnos/as, que nos saben cambiar los registros idiomáticos que emplean con sus amigos/as e interlocutores, ya que su registro está en plena formación, en pleno crecimiento, y aún no tienen la capacidad de hacer bifurcaciones en el mismo dependiendo del contexto. Cada vez con más frecuencia, nos encontramos en los exámenes innumerables errores como "q" en vez de "que", "xa" en vez de "para", o "+" en vez de "más", entre otros innumerables casos, que son errores de ortografía, y así son considerados a la hora de corregir. La situación llega a tales esferas, que existe incluso un diccionario de mensajes de móvil, (www.diccionariosms.com), que no nos ayuda precisamente en nuestra tarea.

Sin embargo Internet, también tiene aplicaciones constructivistas y provechosas, y de las que se pueden sacar un gran partido. La existencia de centros "T.I.C.", y la inclusión de las nuevas tecnologías en el currículum de educación, nos acercan experiencias positivas como la de un tutor de un 5º curso de Primaria, de un colegio de Barbate (Cádiz), el cual creó un espacio en "Myspace" con su grupo de clase, que utilizaba para colgar notas, fotos de actividades realizadas con los alumnos/as, hacer un seguimiento de los mismos, y el aspecto más destacable desde mi punto de vista, es el contacto continuo con los padres y madres, gracias a este medio, con la particularidad de que era una comunidad cerrada, formada por profesorado-padres y madres-alumnado, es decir completamente segura para el libre manejo de los alumnos y las alumnas.

A colación de este último comentario, mencionar otra de las influencias negativas de la mensajería instantánea: la libertad que pueden llegar a tener los niños/as para hablar con cualquier persona, sin importar edad, sexo, etc., ocultas en el anonimato de los mismos y que tantos quebraderos de cabeza están dando, con problemas de mucha gravedad, como los casos de pederastia entre otros, ya que tras ese "disfraz virtual" se puede esconder cualquiera, con intenciones a veces no muy claras.

Programas como "Messenger Detect", nos pueden ayudar a revisar y ejercer cierto control en las conversaciones de los niños/as, tengamos sospechas o no.

Desde estas humildes líneas, quisiera hacer un llamamiento a los padres y madres para que tengan en cuenta estas orientaciones y pongan de su parte en el "bienestar" de la comunidad educativa de la que forman parte junto a nosotros los docentes y sus hijos e hijas.

Fran J. Márquez Sánchez

Diplomado en Magisterio