Programación Guía de la Feria de Jerez 2024

Festividad de la Inmaculada

Belleza mariana para la Purísima

  • Una festividad de la Inmaculada con recuerdos a domingos de Cuaresma. Magnífica jornada con grandes citas cofrades en Jerez.

Nuestra Señora de las Lágrimas en San Juan de los Caballeros.

Nuestra Señora de las Lágrimas en San Juan de los Caballeros. / Manuel Aranda

En el contexto de un día casi primaveral, Jerez volvió a vivir la solemnidad de la Inmaculada Conccepción con distintas citas cofrades que nos transportaron al recuerdo de un domingo de Cuaresma cualquiera. Cinco besamanos, cinco, y dos rosarios, de la aurora y vespertino, junto a celebraciones liturgicas y funciones que se fueron desarrollando a lo ancho y largo de la ciudad.

La mañana comenzaba temprano en el barrio de las Viñas. La guapa Virgen de la Concepción Coronada abría su festividad con un rosario de la aurora y un besamanos que fue multitudinario. El barrio, una vez más, volcado con su Madre de la Concepción.

Poco antes de las doce ya sonaba el órgano de la iglesia de San Marcos. Se presentaba un cartel conmemorativo de los cincuenta años del Señor de la Sagrada Cena. Obra cumbre del genial Luis Ortega Bru y que Jerez disfruta como un brocal de belleza y veneración. El cartel era un primor firmado por Nuria Hurtado Baños y el padre Felipe Ortuno, comendador de la Merced, ofreció una disertación de la obra cargada de cariño hacia la autora y admiración ante la obra. Una preciosa pintura en la que el Señor sobresale del cuadro cargado de luz y majestad. Al fondo, presidia en el altar principal el apóstol Santiago como patrón de España que, junto con la Inmaculada, comparten el patronazgo de España. Todo magníficamente ornamentado con colgaduras celestes para darle suntuosidad a esta solemnidad tan nuestra.

En San Juan de los Caballeros, los cofrades de la Veracruz nos deleitaron con un magnífico besamanos con la Señora de las Lágrimas como centro de la jornada. Al pie del altar mayor, ofrecía sus benditas manos para todos los jerezanos. Al fondo, el impresionante crucificado de la Esperanza presidía con una ráfaga que nos recordaba que la cruz es gloriosa y piedra angular de la doctrina cristiana. La cera alta, la Virgen hermosamente bella en su sobriedad y el ambiente cuidado hasta el más mínimo detalle. Una estética que, desde hace ya décadas, los cofrades de esta antigua cofradía cuidan y miman. Una perfecta sincronía de buen gusto y de personalidad.

La basílica de la Merced tuvo como dentro devocional a Madre de Dios de la Misericorida. Un primor de belleza que se nos ofrecía vestida de hebrea. Estará así vestida hasta la llegada del quinario de la hermandad del Transporte. Estamos de enhorabuena puesto que es un disfrute deleitarse con tan bella imagen de María vestida con un maravilloso rostrillo de tul.

Antes de que el sol se apagara, Gracia y Esperanza ofrecía al barrio de San Benito su hermosura delicada. Fue en rosario vespertino que los cofrades de la Clemencia vivieron intensamente. El próximo año saldrá bajo palio y habrá que esperar si este acto piadoso se sigue desarrollando en esta festividad.

Cuatrocientos años se cumpirán en 2017 del voto inmaculista en Jerez. Una festividad cargada de belleza y de historia.

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