Suzuki ya tiene lista la cuarta generación de uno de sus modelos más longevos, un Swift que, si bien lleva a la venta desde principios de los años 80, se convirtió en un coche global en 2004, acumulando hasta hoy 9 millones de unidades vendidas.

Así pues, desde hace 20 años su permanencia ha sido continua en el mercado español.

Un único motor microhibridado, pero combinable con dos tipos de cajas de cambios y dos de tracción: delantera o 4x4 AllGrip Auto.

Ahora bien, por el momento irrumpe con una línea que se asemeja mucho a la de sus antecesores y manteniendo su contenido tamaño, mientras que en el interior aparece una pantalla de 9" en el centro del salpicadero que proporciona el control sobre equipo de sonido, diferentes funciones del vehículo e integración de teléfonos móviles sin necesidad de cable, tanto para protocolos Apple CarPlay como Antroid Auto. Además, Suzuki lleva más allá la conectividad con la App Suzuki Connect, como ya hizo con el S-Cross, lo que da pie a la utilización de diferentes servicios conectados.

La pantalla del sistema de infoentretenimiento se sitúa ahora en una posición más elevada que hace más fácil su control sin apartar mucho la vista de la carretera.

El motor es un tres cilindros de 1,2 litros ya conocido que entrega 83 CV de potencia. Está microhibridado con una arquitectura eléctrica de 12 voltios y, consecuentemente, tiene la etiqueta Eco. Su consumo medio homologado es muy bajo, de 4,4 l/100 km; y puede elegirse tanto con caja manual como automática, ésta de tipo CVT, sin que Suzuki haya aportado aún los precios.

Asimismo, es posible elegir el Swift con tracción delantera o a las cuatro ruedas, lo que le convierte en el único modelo de su segmento nuevo que hoy aporta esta posibilidad: el turismo más asequible con tracción total que no sea el Swift es un Impreza, de mayor tamaño, que cuesta 32.000 euros. Esto serán, probablemente, unos 10.000 más de lo que debería suponer este Suzuki en la versión más costosa y compleja técnicamente de la gama.

El Swift en un coche sencillo, pero de impecable acabado en sus últimas generaciones.

En cuanto a ayudas a la seguridad, el Swift dispone de diez sistemas, entre ellos dos de nueva aparición como el asistente de mantenimiento de carril o el de monitorización del conductor para alertar de situaciones de cansancio, por ejemplo. En el DSBS II  también figuran el asistente de frenada de emergencia con detección de vehículos y obstáculos, el control de crucero adaptativo o la alerta de tráfico posterior.

Otra aportación de esta generación son nuevos dos colores en su gama, Azul frontier y Yellow Cool, de modo que los clientes tienen a su disposición nueve opciones monocolor y cuatro bitonales para la personalización de su Swift.