Diario de Pasión

Consejos a tener en cuenta debajo de las trabajaderas

  • Los doctores Juan Becerra y Antonio Santiago aportan las claves para que cargar con un paso en estación de penitencia no tenga jamás consecuencias graves

En inicio de nuestra Semana Mayor vamos a referirnos a un tema que la mayoría de los ciudadanos no le dan la suficiente importancia, pero que es vital para evitar patologías, que por exceso o por defecto se pueden dar en los que cargan nuestros pasos en Semana Santa.

En este articulo vamos a intentar divulgar una serie de consejos y pautas para que los costaleros, tanto con costal como con molía, desarrollen su trabajo con el máximo de seguridad y no repercuta en su salud.

En primer lugar debemos de hablar del costal. No todo el mundo sabe hacerse la ropa y mucho menos colocárselo correctamente en la zona anatómica de trabajo, los costaleros deben de tener en cuenta que el costal jamás debe de tapar los ojos ni siquiera la mitad de ellos, ya que por lógica le impide la visión y tienen que ir con la cara levantada para ver con dificultad, por ello el costal debe de quedar situado en la zona frontal de la  cabeza justo en la parte superior de la cejas, y la pequeña “morcilla” en la zona posterior del cuello, a unos dos traveses de dedos por encima de la nuca (apófisis espinosa de la 7ª vértebra cervical), se coloca a esta altura porque cuando caiga el peso sobre la pequeña morcilla esta se aloje justo en la nuca.

La molía debe de ir situada en el cuello, rodeándolo en toda su extensión, con un sistema de anclaje que a través de cuerdas salen de los dos extremos se unen en el centro en la zona pectoral y de la unión sale una sola cuerda que se ancla al cinturón del pantalón, este anclaje evita que cuando la trabajadera cae sobre la cerviz la molía no retroceda y si retrocede en exceso es por mala colocación del sistema de anclaje pudiendo caer directamente sobre la apófisis espinosa de la 7ª vértebra cervical (nuca), produciendo lesiones de diversa consideración.

  La región lumbar del cuerpo debe de ir protegida para realizar la acción de cargar, la mejor protección para la musculatura dorso-lumbar son los cinturones anchos de halterofilia, favoreciendo la sujeción de esta zona y además produce calor, siendo este antiinflamatorio. Algunos costaleros utilizan las fajas de tela que se empleaban años atrás, pero estas no producen la suficiente sujeción de la zona dorso-lumbar.

Al calzado no se le da la suficiente importancia, esto es un error ya que un calzado adecuado ayuda a andar mejor y a mantener la verticalidad del cuerpo mientras se porta el paso. Se deben de utilizar zapatillas de deportes o botas deportivas bien atadas para sujetar el pie y además seria conveniente que llevaran cámara de aire en la suela para andar mejor,  no sufriendo los pies con las irregularidades del piso.

Antes de comenzar la carga debemos tener en cuenta una serie de medidas generales:

1- Un descanso nocturno apropiado, es decir dormir unas 7 u 8 horas, para evitar la fatiga muscular por falta de descanso.

2- Una nutrición adecuada, es decir no se debe hacer una comida copiosa, sino una comida suave basada en pastas, verduras y proteínas (pescado y carne) , no beber alcohol.

Con estas medidas evitaremos los desajustes gástricos ( “cortes de digestión”).

3- La hidratación debe de ser adecuada ya que a través del sudor  se pierde líquidos e iones (Na, K, etc), las bebidas adecuadas son el agua y las bebidas isotónicas.

4- Unos treinta minutos antes  de empezar a cargar debe de hacerse un calentamiento adecuado, sobre todo con estiramientos musculares del cuello, brazos, piernas y cintura, estos nos va a evitar, roturas fibrilares de la musculatura y sobre todo las contracturas y esguinces.

5- También hay que hacer una higiene postural mientras se va cargando. Sabemos que el costalero soporta un peso entre 40 y 60 kgs., dependiendo del paso y del numero de costaleros. El trabajo del costalero se realiza sobre la nuca , de donde se reparte el peso a toda la musculatura del dorso.

Al andar el costalero reparte la carga en dos puntos fundamentales la nuca y la parte inferior de la columna dorsal y lumbar.

Cuando se carga se debe ir con la cabeza flexionada entre 25 o 30 grados, ya que un exceso de flexión puede causar lesión cervical.

Es muy importante trabajar con la espalda recta, ya que se levanta el peso con mucha facilidad, y con la espalda doblada cuesta mas trabajo.

El ir cargando relajado y  con buena higiene postural se evita: el esfuerzo, rozaduras, erosiones en la piel y posibles lesiones nerviosas y musculares.   

Para que los cargadores desarrollen un trabajo adecuado y no repercuta negativamente en su físico, es muy importante que el capataz tenga en cuenta una serie de premisas:

-Se debe igualar a los costaleros correctamente para que realicen el trabajo por igual en cada trabajadera.

-El costal debe ser vigilado por el capataz , ya que cada costal debe cumplir las características que apuntamos antes.

-En el caso de la molía, todas deben de tener el mismo ancho, ya que sin esta premisa la igualá no serviría para nada.

-Por ultimo no prolongar en exceso las levantá a pulso aliviado, ya que el costalero sufre en demasía.

Tras las recomendaciones desarrolladas a lo largo del texto, y para que los costaleros se hagan una idea, describiremos la fisiología del esfuerzo que es lo que desarrolla cada uno cuando carga:

-Se cierra la glotis y disminuye el retorno de sangre venosa al corazón.

-Aumenta la presión sobre el sistema venoso en la cabeza.

-Disminuye la sangre que circula por los alvéolos pulmonares.

-Aumenta la resistencia a que circule la sangre por los pequeños vasos que reencuentran en las extremidades, es decir hay menos aporte de sangre a brazo y pierna,  produciéndose una replección de los plexos venosos pararraquídeos.

Estas situaciones de esfuerzos discretamente limites no deben de durar mucho tiempo para no causar ninguna lesión.

Esperamos que con estas pautas, los costaleros realicen su trabajo con mas seguridad, aclarando que son una parte fundamental de nuestra Semana Mayor, y sin ellos seria imposible que nuestros pasos salieran a la calle con el decoro necesario.

(*) Ambos son doctores y hermanos de la Vera Cruz de Jerez y La Macarena de Sevilla.

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