Historia de una parodia

"Elegí un mal día para dejar de oler pegamento", 'Aterriza como puedas' nació de chiripa

El actor Lloyd Bridges, hasta entonces muy vinculado al género dramático, en 'Aterriza como puedas' (1980)

El actor Lloyd Bridges, hasta entonces muy vinculado al género dramático, en 'Aterriza como puedas' (1980)

"¿No has visto nunca un hombre adulto desnudo?", le inquiere el piloto al pequeño visitante que anda curioseando por la cabina del avión. Nunca hasta entonces se había hecho una sátira así sobre la pederastia, ni tampoco después. Ahora mismo sería impensable trazarlo de broma en el guion de una película comercial. El veterano actor, vinculado a dramas e historias de intriga, Peter Graves desarrollaba ese surrealista diálogo que nadie entonces, en 1980, habría imaginado en su boca.

El piloto de 'Aterriza como puedas'

De hecho, los creadores de Aterriza como puedas, Airplane!, el trío ZAZ, ya se daban por satisfechos sólo con contemplar esta escena, culminación de semanas para convencer a dicho severo intérprete para que se sumara a su disparatada película. Una cinta que ha cumplido 43 años, en forma, repuesta en las cadenas sobre todo en las fechas navideñas y que siempre apetece ver para reír y repetir, a modo de karaoke, sus gags.

Aterriza como puedas es un inmenso gag en forma de película de catástrofes donde se superponen las parodias de géneros, roles y arquetipos del cine más formal. Jerry y David Zucker y Jim Abrahams pusieron ante el espejo del esperpento los títulos más pretenciosos del Hollywood clásico y el resultado fue una maravilla para la mandíbula que sigue apeteciendo ver.

Los tres autores se han reunido para crear una historia oral de lo que fue la gestación de este proyecto que sigue tan en forma en cada visionado y por el que nadie apenas daba un centavo para que se hiciera realidad. Paramount les dio el sí a cambio de que todo estuviera bajo el control y que los tres novatos que se ponían tras las cámaras, que se habían especializado en un montaje teatral absurdo, ofrecieran un resultado digno. Costó algo más de los 3 millones de dólares que tenían de límite pero el margen de confianza se lo ganaron cada día de rodaje. En los visionados de pruebas había que poner dos salas para ver esos totales porque todo el equipo, y muchos más, querían ver esas escenas que a día de hoy son fragmentos virales. Los gags estaban perfilados y afilados. Sólo pasaron el filtro aquellos con los que se habían reído los tres guionistas.

Surely you can't be serious. The true Story of Airplane! (Seguramente no puedes hablar en serio, la  verdadera historia de Aterriza como puedas)  es el título del libro que hace unos días se ha publicado en el que los Zucker y Abrahams, que llevan ya 35 años sin coincidir en un plató, relataran la intrahistoria y las historias de esta película que se estrenó cuando El imperio contraataca estaba llamada a arrasar en la cartelera. Lo hizo, sí, pero teniendo de rival a este avión.

Todo tiene un origen y, como tantas obras maestras, el nacimiento de esta historia del avión de los líos nace de la chiripa, del encuentro inesperado con la película que inspiraría todo. Aterriza como puedas es la versión en parodia de Suspense... hora cero, un drama de 1957 que los tres guionistas y cineastas adquirieron para trasladar su absurda parodia. ¿Cómo llegó esa película a sus manos? Por entonces era improbable encontrar títulos menores, ni siquiera en el videoclub, para echarles un vistazo.

Los ZAZ a mediados de los 70 disfrutaban del éxito de un montaje teatral, Kentucky Fried Theatre, en el que parodiaban el mundo de la televisión. Cualquier momento memorable, inesperado, cualquier spot cutre, les valía para exprimir la guasa del lado serio de la vida.

Por entonces dejaban el vídeo programado de madrugada para conocer los peores anuncios y teletiendas que se asomaban a la pantalla. Es un clásico de la propia televisión, ya en todos los países: de madrugada se incluyen bastantes cosas que darían vergüenza emitir a horas con mucho público.

Una de esas noches el vídeo grabó, entre tandas de spots lamentables y exaltaciones de iglesias minoritarias, esa película llamada Suspense... hora cero. Les abrió los ojos. No sólo se podía parodiar un trocito, era para parodiarla entera. Y así hicieron para adquirir los derechos del guion y darle la vuelta como un calcetín de colores. El resultado fue ese Aterriza como puedas que sigue cosechando éxito de audiencia cuando es emitida en abierto y es redescubierta por nuevas generaciones.

Todo el mundo ha oído alguna vez en su vida remedar lo de "elegí un mal día para dejar de fumar", como pronuncia Lloyd Bridges. O la prisión turca por la que pregunta el piloto de Peter Graves, que se transformó en actor de comedia sin querer, después de haber dicho que el guion de esa película era una basura. O el "no me he sentido tan mal desde que vimos aquella película de Ronald Reagan", que pronuncia con cabreo la primera enferma del avión.

El libro de los ZAZ reúne el derecho y el revés de esa película que se sigue viendo como el primer día. Un manual para saber, por ejemplo, que la mujer abofeteada por un ataque de histeria pedía más marcha. La propia actriz Lee Bryant recomendó que había que ser más salvajes en la escena. El remate de la fila de agresores que esperaban turno fue así una improvisación guiada por la actriz y que (aunque ahora entre de lleno en lo políticamente incorrecto) se convertiría a su vez en un gag parodiado en cientos de ocasiones. 

La escena de la mujer histérica en 'Aterriza con puedas'

 

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