La final de la Copa del Rey continúa sin tener una sede y una fecha fijas. El Sevilla aún no tiene conocimiento por parte de la Real Federación Española del calendario de reuniones para comenzar a tratar los asuntos de logística relacionados con el partido que cerrará la temporada de fútbol en España. Sí se sabe ya que el Santiago Bernabéu está completamente descartado para acoger la misma, de modo que queda satisfecho el deseo del Real Madrid de negarse a ceder su estadio para la final. La causa es que para el día 21 de mayo está fijado, según se publicó ayer, un concierto de Bruce Springsteen.

De este modo, el popular cantante de pop-rock, que una semana antes cantará en el Camp Nou, es la excusa perfecta de Florentino Pérez para evitar el partido entre el Barcelona y el Sevilla en su recinto. Se puede decir que el Boss, apelativo del veterano cantante norteamericano, le ha venido como el aceite a las espinacas al Real Madrid.

Los problemas de logística que implican un concierto de tal envergadura podrían incluso impedir que la final se disputase en el Vicente Calderón, dado que desde la capital de España las autoridades municipales ya han trasladado que lo ideal sería que no hubiese dos concentraciones tan masivas de público ante dos espectáculos con tanto tirón. A los 50.000 espectadores en el Vicente Calderón se unirían los posibles 80.000 en el concierto del Boss, con los consiguientes problemas de seguridad para la Policía Local y la Policía Nacional.

Sin embargo, cabe la posibilidad de que la final se retrase hasta el domingo 22 de mayo, en caso de que el Sevilla vaya avanzando eliminatorias en la Liga Europa. Por cuestiones de calendario, preparación de billetaje, reserva de hoteles y demás cuestiones organizativas, es posible que la Federación fije la fecha un día después si el equipo de Emery pasa la frontera de los octavos de final, para evitar tener que improvisar un retraso de fecha más adelante. Pero el Barcelona, que aspira a clasificarse para la final de la Champions, fijada para el 28 de mayo, podría pedir que no se le quitara un día de preparación.

La semana que viene podrían iniciarse las reuniones para comenzar a tratar el asunto. Y no es descartable que Sevilla y Barça se vean obligados a consensuar otra sede que no sea Madrid.