Ganadería

La ganadería en Almería, un refugio seguro ante una agricultura azarosa

Explotación ganadera de porcino.

Explotación ganadera de porcino.

La provincia de Almería además de ser un paraíso para lo cultivos agrícolas bajo plástico puede presumir de poseer un sector ganadero muy competitivo. En la comarca de Los Vélez existen varias y diferentes explotaciones ganaderas que pueden respirar tranquilas incluso si las condiciones climatológicas son adversas, al contrario de lo que sucede con la agricultura. Lo que hace que el sosiego ante tales situaciones sea el principal incentivo de las explotaciones ganaderas y sobre todo de las intensivas, donde la tecnología se ha inmiscuido por completo automatizando la distribución del pienso, agua e incluso los sistemas de ventilación. “Entendiendo un poco lo que se hace y usando las nuevas herramientas, este trabajo se vuelve más acomodado y accesible”, afirma David Miravete, un ganadero y agricultor de Vélez-Rubio.

Como se ha mencionando antes, el principal atractivo de una granja reside en su seguridad, dado que a diferencia de los cultivos, que dependen de las lluvias y otros factores externos casi en su totalidad, una explotación ganadera intensiva, por ejemplo, de porcino tan solo depende del ganadero y la forma en la que misma a sus animales.

En este sentido, cuando las condiciones climatológicas hacen complicada la supervivencia de un cultivo, una explotación ganadera se convierte en un complemento perfecto para hacer frente a todas las adversidades que se presenten. Tanto es que, David Miravete que además de poseer una granja de porcino también tiene varias hectáreas de almendros, ha comentado que en alguna que otra ocasión ha debido tomar parte de las ganancias obtenidas en la explotación ganadera para poder solventar los problemas que se le habían presentado en la finca agrícola. Un ejemplo que cristaliza la idea de que en la actualidad, el sector ganadero es el que más beneficioso resulta, sobre todo para el pequeño ganadero y agricultor.

A esto se suma el relativamente bajo coste de mantener una granja. Miravete gasta algo más de 1.000 euros al mes en mantener este negocio de 2.500 plazas, dada la apuesta que hizo por tener su propio pozo y así ahorrar dinero en agua.

"Usando las nuevas herramientas, este trabajo se vuelve más acomodado y accesible”, David Miravete

Además, el hecho de que la ganadería sea uno de los sectores más beneficiosos se demuestra con su rentabilidad, que ha variado más bien poco a pesar de que las nuevas normativas que exigen unas características determinadas en las instalaciones de la explotación hayan hecho que la inversión necesaria para montar una granja sea de unos 800.000 euros, lo que prácticamente duplica la inversión que era necesaria hace cinco años, según cuenta el ganadero y agricultor.

En este sentido resulta interesante destacar la importancia que toma el relevo generacional en este asunto, y es que según el propio Miravete, “quien ha tomado las riendas de una granja tras esta pertenecer a una generación anterior lo tiene mucho más fácil que quien quiere empezar desde cero”. Las principales trabas son la lenta burocracia, que él mismo experimentó cuando amplió su explotación, y un coste prácticamente inasumible en cuanto a a la inversión inicial.

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