Sevilla

La emotiva despedida a Chelo, jubilada después de 24 años barriendo Sevilla

La emotiva despedida a Chelo, jubilada después de 24 años barriendo Sevilla / M. G.

Tras 24 años trabajando como barrendera de Lipasam en las calles de Sevilla, Chelo Lareto se jubila.  El momento fue capturado en vídeo por su hija Estefanía quien la define como "un ejemplo de constancia, lucha y perseverancia". A sus 66 años Chelo fue sorprendida y homenajeada por todo lo alto por sus compañeros de Lipasam en el día de su despedida.

Algunos días después, Chelo aún se muestra muy agradecida con la sorpresa y las muestras de cariño que le dieron sus compañeros: "No me lo esperaba, en el video se puede ver como me asusto y me asombro de lo que estoy viendo. Fue muy bonito. En ese momento aguantaba el llanto, pero al final no pude evitar emocionarme". No obstante, también hay una parte de tristeza: "Fue muy emocionante pero a la vez muy doloroso porque sabía que era mi hora y ya me marchaba". 

Chelo comparte su agradecimiento y admiración con el equipo que ha estado a su lado durante los 24 años que ha formado parte de Lipasam: "Tengo unos buenos compañeros y unos buenos mandos. Somos un equipo fuerte de humanidad, de colaborar unos con otros. De ayudarnos cuando hay un problema en cualquier sector". 

La amabilidad, un valor fundamental para Chelo

Chelo ha sido un pilar fundamental dentro del equipo de Lipasam, tal y como se demuestra en el momento de su despedida. Su dedicación y compromiso han dejado un recuerdo imborrable. Así se describe esta mujer sevillana: "Yo sabía que me venía la jubilación, pero no estaba mentalizada. Iba a trabajar todos los días tan contenta, feliz y agusto... Pero yo no soy más trabajadora que nadie, soy una trabajadora como millones de personas. Cuando tenemos problemas la mochila de las penas se queda en casa. Tienes que sacar tu mejor sonrisa. Yo soy una persona que me río mucho. Los usuarios me dicen que siempre llevo la sonrisa en la boca". 

La amabilidad es un pilar fundamental para Chelo en esta profesión: "Tienes que llegar a los sitios con alegría, es lo que yo opino. Si las personas te preguntan, les tienes que contestar amablemente. Si te faltan el respeto, nos callamos. Yo siempre le he tenido respeto al uniforme de trabajo. El uniforme para mí es el respeto, no contesto porque tengo que respetar lo que llevo encima. En la calle hay de todo". 

Una vida al servicio de Sevilla

24 años trabajando de cara al público dan para mucho. Chelo habla con gran admiración de su profesión: "Yo me he sentido siempre orgullosa de ser barrendera. Además, ahora iba a hacer diez años que formaba parte del vehículo de intervención rápida, que tiene como prioridad los accidentes, las manchas de aceite, la recogida de animales muertos, el reciclaje de pilas y el apoyo a autoservicio". 

Esta trabajadora agradece las veces que se han dirigido a ella con mensajes positivos: "La gente a lo mejor pasa y te dice: "os felicito por cómo tenéis Sevilla de limpia", como pasó hace un par de meses con una mujer en la Avenida de Andalucía". Un especial recuerdo que guarda fue la época del confinamiento: "Hay muchas anécdotas bonitas, como durante la pandemia cuando nos tocaban las palmas". 

No obstante, Chelo confiesa que siempre hay detractores: "Sí que es verdad que hay de todo, pero a las personas que dicen comentarios malos las ignoramos. Procuramos no entrar al trapo". 

Trabajar como barrendera en Sevilla no es una tarea fácil. Chelo recalca la dificultad que supone enfrentarse a los fines de semana en la ciudad, donde prácticamente todos los distritos se llenan de 'botellones': "Vivimos en una ciudad en la que se hace todo en la calle. A ti te dan un sector de 14 calles para limpiar, y cuando vas de recogida al centro de trabajo con el carrito, resulta que esas calles ya están llenas de basura otra vez. La gente no se da cuenta de que no se deben tirar las cosas al suelo. Los viernes, sábados y domingos amanecen ciertos sectores llenos de 'botellona' por toda Sevilla, en Los Remedios, Triana, la Macarena... por toda la ciudad". 

Mensaje para sus compañeros

Chelo se despide de Lipasam después de 24 años. Tras ella queda una gran plantilla que seguirá velando por la limpieza de las calles de Sevilla: "A mis compañeros les mando el mejor mensaje que hay: ir a trabajar siempre con mucha alegría y muchas ganas. Y que sigan siendo tan respetuosos unos con otros. Los equipos funcionan porque hay buenos mandos. Los responsables que han pasado por mi vida son personas con gran calidad humana y eso nos los transmiten a los operarios, porque trabajamos a gusto". 

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