Los Reyes Magos se despiden de Huelva con una visita a distintos barrios. Tras dejar los regalos por la noche en los domicilios, los Magos de Oriente no quisieron dejar la capital onubense sin antes pasar por algunas barriadas en una soleada mañana del 6 de enero.

El 5 de enero vivieron una intensa jornada en la ciudad. Por la mañana, acompañados por la Estrella de la Ilusión, hicieron un recorrido por residencias de mayores, centros y hospitales de la ciudad y, por la tarde, participaron en la tradicional cabalgata, y este viernes Sus Majestades quisieron completar su estancia en la urbe realizando una última visita, hasta el próximo año, a determinados barrios.

Para estas visitas a las barriadas de Huelva los Magos de Oriente optaron por diferentes medios de transportes. En La Hispanidad Sus Majestades se montaron en caballo para realizar un recorrido por el barrio. Los precedía la charanga La cabra, de Bollullos Par del Condado, que con sones navideños y festivos fue anunciando el paso de la comitiva real, que no paró de tirar caramelos a lo largo del itinerario. Niños y mayores siguieron a los Magos de Oriente hasta que estos abandonaron el barrio.

Los pequeños más rezagados corrieron con sus familiares para salirles al encuentro. "Corre, corre", le pidió una madre a su hijo, al ver que se alejaba la comitiva real. Nadie quiso faltar a la cita con los Reyes Magos. Adolescentes no dudaron en estrenar algunas prendas que los Magos de Oriente les había dejado de noche como regalos, mientras que niñas más pequeñas llevaron sus carritos con muñecas. Todos, grandes y pequeños, fueron recogiendo los caramelos que arrojaron Sus Majestades. Desde las ventanas y balcones de sus viviendas vecinos contemplaron la estampa.

Para la visita a La Orden y Santa Marta, Sus Majestades eligieron carrozas, pero no fueron en las mismas que utilizaron en la cabalgata del día 5, prefirieron variar. Melchor se montó en la carroza de los Superhéroes; Gaspar, en la de la Estrella de la Ilusión, y Baltasar, en una con un gigante bebé. Al igual que en La Hispanidad, los Magos de Oriente arrojaron un sinfín de caramelos y alguna que otra pelota. Niños y mayores los siguieron a lo largo del recorrido.

Ya en La Navidad, los Reyes Magos volvieron a montar en caballos. En este barrio, fue delante de ellos una charanga de Aracena, que anunció con su música la visita real. En esta barriada volvió a repetirse la misma imagen: lluvia de caramelos y un gran número de niños, acompañados por sus familiares, en torno a los Magos de Oriente. Ayudantes de Sus Majestades fueron llenándoles, en distintos puntos del itinerario, de caramelos las alforjas.

Baltasar que cerró la comitiva mostró su destreza y lanzó caramelos a cada lado de las calles por las que fue pasando y hacia atrás, sin volverse para ello, haciéndoselos llegar a los pequeños que iban detrás de él. Sus Majestades se despidieron de Huelva, como no podía ser de otra manera, en su barrio más navideño, La Navidad.