Unicaja

El Unicaja y la falta de normalidad

Celebración con Kalinoski al fondo.

Celebración con Kalinoski al fondo. / ACB Photo / M. Pozo

Pasó una semana trascendente para el Unicaja, con la clasificación para la Final Four de la Basketball Champions League y el mantenimiento del liderato de la Liga Endesa a falta de cinco jornadas para el final. Puede sellar el próximo domingo quedar segundo matemáticamente en la tabla a falta de cuatro duelos. La tendencia del último año y medio puede darle cierta pátina de normalidad a algo que no la tiene, que sólo en muy contadas temporadas, sobran dedos de la mano, en la historia de un club que tiene casi 50 años de historia se ha visto. Tras 46 partidos oficiales se consiguieron 37 victorias, por sólo nueve derrotas (cinco en ACB, dos en BCL, una en Copa y otra en Supercopa). Un porcentaje superior al 80% de triunfos. Es cierto que el cambio de la Euroliga por la BCL distorsiona algo la comparación con otros picos de la historia del club, pero en ACB se va camino del mejor registro visto. Bastaría ganar tres partidos de los cinco que quedan, que no son sencillos.

Vienen ahora semanas, un par de meses, excitantes, con grandes retos por delante. ¿Hay presión? La habrá. Esa semifinal con el UCAM Murcia es, muy de largo, el partido más difícil hasta ahora en la BCL. También los cuartos de final, haya el rival que haya enfrente, serán traicioneros con un duelo a tres partidos contra, es posible, un equipo de Euroliga. “Nos hemos puesto el listón alto porque generamos unas expectativas que no son fáciles de alcanzar, pero bendita presión la de hacer cosas bonitas para el club, la ciudad y la afición, pero preocupados siempre, los entrenadores vivimos siempre preocupados”, eran las palabras de Ibon Navarro antes del partido ante el Casademont Zaragoza, a la postre la 23ª victoria en los últimos 25 partidos de Liga Endesa. Es un buen resumen de la situación. A veces esa facilidad con la que el Unicaja está ganando puede desvirtuar esa dificultad. El Barcelona las pasó canutas para ganar en Girona, al que el cuadro de Ibon pulverizó un par de semanas atrás. Igual el Valencia en Granada, al que el Unicaja demolió allí hace un mes. Y así sucesivamente. No obsta para ver y analizar puntos de mejora. Hay que entender, dentro de la filosofía del técnico cajista, el último cuarto ante el Zaragoza. Lima necesita pista porque hay que invertir al ser uno de los 12 jugadores que se vestirán en la Final Four de la BCL por ser uno de los cupos obligatorios. Perry estuvo también algo alocado y con muchas pérdidas. El equipo desconectó un poco cuando se vio 25 arriba. Es humano y pasa en los mejores equipos del mundo.

Hay una tensa calma ahora, con un partido en los próximos 12 días, el del Baskonia. Importante para seguir arriba, mantener el ritme y meter a Osetkowski, hombre capital, en dinámica para la Final Four, el que se puede considerar el título menos complicado. Hasta mediados de abril, el Unicaja es el mejor equipo de la competición. Pero, aunque pueda parecer accesible, lo normal no es ganar título. Ni tampoco disfrutar del nivel de baloncesto que exhibe desde septiembre de 2022 el Unicaja. Están demasiado recientes episodios muy negros para perder la perspectiva.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios