El Gobierno del PP no tiene intención alguna de abordar una nueva prórroga del peaje en la autopista Cádiz-Sevilla (AP-4), cuya concesión administrativa a la empresa Aumar concluye dentro de siete años y 50 días, en concreto el 31 de diciembre de 2019. Este pronunciamiento fue confirmado días atrás en Jaén por la ministra de Fomento, Ana Pastor, en un encuentro con periodistas de toda Andalucía. En el mismo, y cuestionada sobre este asunto, la responsable de infraestructuras en el Gobierno de Rajoy dijo con rotundidad que el peaje en esta importante arteria "no será prorrogado mientras yo sea ministra de Fomento".

En su reflexión, Ana Pastor manifestó que aunque el rescate de la autopista supondría una merma para las arcas estatales -por lo que dejaría de ingresar de la empresa que tiene a su cargo la concesión y por el coste que conllevaría para Fomento asumir el mantenimiento y conservación de esta carretera-, ese esfuerzo sería en todo caso mucho menor que el que conllevaría tener que afrontar la obra de desdoble de la vieja N-IV entre Cádiz y Sevilla o, para ser más concretos, entre el aeropuerto de Jerez y Dos Hermanas.

Hay que recordar que en mayo de 2004, después de la primera victoria de Zapatero en unas elecciones generales, el Gobierno central y la Junta de Andalucía suscribían un acuerdo según el cual la Administración autonómica asumía el coste de liberar el peaje de Jerez pese a ser una carretera de titularidad estatal y, en contraposición, el Ministerio de Fomento se comprometía a construir una alternativa gratuita que uniría Jerez con Sevilla bien construyendo un nuevo trazado o bien duplicando parte de la vieja N-IV.

Sin embargo, más de ocho años después las obras de esta futura autovía -que pasaría a denominarse A-4 y que conllevaría un alto coste al contar con una extensión superior a 70 kilómetros- brillan por su ausencia. El anterior Ejecutivo socialista se limitó a aprobar un estudio informativo que, además, originó muchas protestas de municipios serranos de Cádiz y Sevilla.