El Comité Olímpico Internacional (COI) y su presidente, el alemán Thomas Bach, fueron ayer objeto de duras críticas tras su decisión de no excluir al equipo de Rusia de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) se mostró "decepcionada" con la postura del COI, que ignoró la investigación realizada por Richard McLaren, en el que se denuncia un extenso sistema de dopaje en el deporte ruso apoyado por el Estado.

"El informe McLaren demostró sin duda la existencia de un programa organizado por el Estado en Rusia, lo que socava gravemente los principios del deporte limpio en el marco de las normas internacionales", dijo el presidente de la AMA, Craig Reedie, en un comunicado difundido el domingo.

El director general del organismo antidopaje, con sede en Montreal, Olivier Niggli, añadió: "Aunque la AMA respeta la autonomía del COI para tomar decisiones bajo la Carta Olímpica, la decisión tomada y los criterios establecidos llevarán inevitablemente a una falta de armonización, potenciales dificultades y menos protección para los atletas limpios".

Sin embargo, el COI decidió el domingo permitir la participación de los deportistas rusos, siempre que estén limpios y reciban luz verde por parte de las respectivas federaciones deportivas internacionales.

Sólo el equipo de atletismo está suspendido por decisión de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).

La geopolítica y la amistad del presidente de Rusia, Vladimir Putin, con el jefe del COI, Thomas Bach, también fueron mencionados ayer en los diarios internacionales. El alemán Süddeutsche Zeitung escribió que el COI "no quiere comprometer a Vladimir Putin", mientras que el Frankfurter Allgemeine Zeitung aseguró el que organismo olímpico "traicionó" sus valores.

El jefe del antidopaje en Suiza, Matthias Kamber, consideró la decisión "un gran paso atrás para los deportistas limpios.

Las federaciones internacionales se encuentran ahora bajo presión para tomar una decisión. "La situación es desagradable", admitió el presidente de la Federación Internacional de Tenis de Mesa, Thomas Weikert. "En poco tiempo tenemos que decidir si los tres rusos clasificados están limpios. Para los deportistas la situación también es difícil", dijo.

Otras organizaciones reaccionaron con imperturbabilidad. La Federación Internacional de Tenis, por ejemplo, ya anunció que permitirá competir a los siete rusos inscritos en su torneo en Río, ya que "todos formaron parte de un riguroso programa antidoping fuera de su país".

Con todo, tal decisión puede traerle al COI consecuencias legales. "No permitir competir en los Juegos a aquellos rusos con pasado de dopaje es una violación de la jurisprudencia del Tribunal de Arbitraje Deportivo y del principio de igualdad", advirtió el jefe del atletismo alemán, Clemens Prokop.