Llevar la cultura del vino de Jerez, en toda su amplitud de variedades, a como Alemania, Holanda o Reino Unido, los mercados tradicionales de los caldos jerezanos, es uno de los objetivos a corto plazo del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez y Manzanilla, según su presidente, Beltrán Domecq.

La crisis económica ha afectado al sector, que en declaraciones de Domecq, "no está en su punto más álgido", si bien el presidente del vino asegura que "hay posibilidades de crecimiento" en otros países, europeos y de otros continentes, como Estados Unidos, donde el jerez ya se conoce, pero se está buscando un incremento del consumo "y también de la amplitud de vinos".

Con estas palabras, Domecq viene a significar que frente a los tipos de jerez más consumidos en el exterior -generalmente los tipos dulces como el cream y el pale cream, además del fino-, el Consejo Regulador confía en ganar mercado con los tipos tradicionales o secos de jerez, en concreto oloroso, amontillado y palo cortado, que ve como un posible revulsivo de las exportaciones frente a la caída de los anteriores.

Otra de las vías de comercialización que pretende impulsar denominación de origen es la del vinagre, "un producto importantísimo desde el punto de vista gastronómico", muy conocido en el mercado nacional y en Francia, que ahora intenta llegar también a otros países.

En este proceso de internacionalización y de apuesta por la calidad, el Consejo Regulador está inmerso en la V edición de la Copa Jerez, competición abierta a chefs y sumilleres de siete países -Alemania, Bélgica, Dinamarca, Estados Unidos, Holanda y Reino Unido, además de España- que, cada dos años selecciona las mejores propuestas gastronómicas en maridaje con vinos de Jerez.

"Lo más importante es que el plato te pida el vino de Jerez que el sumiller ha seleccionado", explica Domecq, quien hace unos días presidió el jurado que eligió al restaurante que representará a España en la final internacional que se celebrará en otoño de 2013.

Para Domecq, este certamen es una oportunidad para "salir del vino blanco para el pescado y del tinto para la carne" y aprender que "finos y manzanillas son ideales en primeros platos como ensaladas con vinagretas, gazpacho, alcachofas o espárragos", concluyó.