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Jerez

Jerez 'vuela' a 110 kilómetros por hora

  • Las palmeras, debilitadas por la plaga del picudo rojo, fueron las grandes protagonistas de la jornada. Dos de ellas cayeron sobre coches en el Parque Atlántico y otras se desplomaron sobre un local en la carretera del Calvario

Rachas de viento de hasta 110 kilómetros por hora pusieron ayer a Jerez prácticamente boca abajo. Los bomberos realizaron en la ciudad 28 salidas para retirar todo tipo de elementos urbanos que, por la fuerza del viento, se vieron obligados a cambiar de posición: normalmente a la calle o a la carretera. Árboles, carteles, planchas y hasta contenedores que cobraban vida propia fueron los más afectados por la fuerza del viento que, según datos de Meteorología, alcanzó su mayor virulencia a las 7,40 horas de la mañana. "Durante tres horas los vientos han soplado con muchísima fuerza. No se ha tratado de vientos excepcionales, pues entran dentro de lo posible por la ubicación geográfica de la zona, pero por supuesto que han sido vientos muy pero que muy destacables".

Las ráfagas de viento no preocupan tanto a los meteorólogos como el hecho de que el viento fuerte se sostenga durante mucho tiempo. Y eso fue justamente lo que pasó ayer cuando durante horas la fuerza eólica que golpeaba la ciudad no bajaba de los 30 o 40 nudos, es decir, entre los 60 y los 80 kilómetros por hora.

Sometida a esta fuerza constante muchos elementos de la ciudad se fueron abajo, incapaces de aguantar tanta y tan constante fuerza. Ese fue el caso por ejemplo de la altísima palmera de Montealegre, la misma que los vecinos comentaban entre sí que cualquier día se vendría abajo y su tronco, a especie de ruleta, marcaría la zona de daños. Afortunadamente no cayó contra las viviendas ni contras la calle en la que los utilitarios estaban aparcados. Fue generosa en su muerte y lo hizo donde menos daño podía causar. A unos pocos metros de distancia, en el Parque Atlántico, la suerte daba un giro de 180 grados. Allí dos palmeras caían sobre los coches estacionados causando graves daños a tres de ellos.

El Ayuntamiento, a través de su delegación de Medio Ambiente, tomó las correspondientes medidas y adoptó medidas tales como el cierre de los parques públicos para evitar que alguien pudiera resultar herido. Donde no se podía cerrar, caso de la plaza de las Angustias, lo que se decidió fue cercarlos con cinta de emergencias (la típica banda plástica) para evitar que los transeúntes cruzaran por el interior.

Los bomberos tuvieron un día que se puede resumir perfectamente en una imagen visual: tres camiones llegan a la altura del Minotauro como si fueran en formación. Es justamente en ese momento cuando uno se dirige al puente de la estación, otro toma en dirección a la avenida de la Paz y el tercero encamina sus pasos al centro urbano. El trabajo fue sencillamente agotador para los profesionales de Martín Ferrador.

En la ciudad hubo 28 salidas. Como era de imaginar las intervenciones comenzaron a las 6,48, cuando los vientos soplaban a 110 kilómetros por hora. El primer trabajo les cogió cerca pues fue una retirada de cableado en la cercana avenida de México. Acto seguido continuaron con retiradas de árboles caídos, ramas de árboles y carteles, para lo cual se dirigieron a la carretera del Calvario donde varias palmeras (algunas de ellas ya muy maltratadas por el picudo rojo) se habían desplomado sobre un local. También acudieron al Parque Atlántico por la caída de árboles sobre varios vehículos aparcados. Igualmente procedieron a realizar retiradas de materiales urbanos tales como planchas o carteleras en la Rotonda del Catavino, en Fernando Portillo, la calle Mar, en la plaza Las Angustias, calle Alacán, carretera Lomopardo, calle Budapest, calle Leones, en Doña Felipa, en Doctor Marañón (Polígono de San Benito) a las 14,22 horas, en el Paseo Delicias a las 15,00 horas o en Carrefour a las 13,37.

Los bomberos de Jerez también debieron afrontar el saneado de edificios, es decir, retirar elementos de los mismos que corrían el riesgo de desprenderse y caer al vacío pudiendo provocar serios daños a los peatones. Eso fue exactamente lo que se hizo en la plaza de Grazalema de la barriada de La Granja a las 14:42 o en el Picadero Municipal, ubicado en las instalaciones de Chapín, donde una chapa amenazaba con salir volando a las 16:25 horas de la tarde de ayer.

Los meteorólogos alertaron ayer que las rachas de viento continuarán, aunque no de forma tan destacable como ayer. La inestabilidad meteorológica continuará pues, según manifestaron a este medio expertos en la materia, "lo que ha sucedido exactamente en Jerez y la provincia ha sido que la presión ha caído de una forma brusca y acelerada, lo que ha provocado fortísimos vientos".

La previsión para hoy es que el día comience con escasas nubes, las cuales irán llenando el cielo hasta las seis de la tarde, momento en el que se espere que llueva en la ciudad. Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología apuntan a que la posibilidad de que llueva desde las seis de la tarde es del 90%. El viento soplará, pero menos.

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