Los representantes sindicales del hospital lo advirtieron el pasado verano, cuando los recortes salariales sacó a los sanitarios a la calle: si elSASincumple sus acuerdos, los trabajadores sólo se dedicarían a la asistencia pura y dura y se desvincularían de los objetivos de los contratos programa a los que se comprometen con la Administración sanitaria. El descontento en estos meses en los centros sanitarios ha ido en aumento, ligado a una serie de factores relacionados todos con los recortes presupuestarios. Al descenso en las contrataciones de eventuales, se une que  aquellos contratos que se realizan se renuevan mes a mes y por un  75% de la jornada laboral,  con lo que según manifestó ayer el representante de CSIF en el hospital, Gabriel Ruiz Ordóñez, “el personal está bajo mínimos y en momentos puntuales en el área de Urgencias el problema se agudiza”.  Los profesionales sanitarios han perdido en este tiempo muchos de los derechos y ayudas sociales conseguidos en los últimos años, han visto reducidos sus días de libre disposición, de seis a tres al año y se han quedado, según señala Ordóñez, sin los días contemplados en elestatuto básico del empleado público, por lo que la desmotivación es absoluta.No obstante, desde CSIF, que abordó todo este tipo de cuestiones en una reciente reunión con el Colegio de Enfermería,  se asegura que el malestar existente no está afectando en absoluto a la asistencia al enfermo.“La atención al paciente está garantizada. Otra cosa son las cuestiones burocráticas, que no se hacen al 100%.  El ánimo no está para cumplir los objetivos que se firman con el SAS. Por ejemplo, el personal se forma lo imprescindible porque para qué se va a formar para una empresa que en vez de premiarle le castiga”, criticó Ordóñez. Buena parte de la labor burocrática consiste en la introducción de datos con los que luego se elaborarán estadísticas y se sacarán conclusiones que, según este representante sindical, son utilizados  a gusto de la Administración sanitaria. “Además con menos personal, tampoco hay tiempo para todo y se prioriza la asistencia antes que meter unos datos en el ordenador”.

Ordóñez agregó que muchos servicios del hospital, denominados unidades de gestión clínica, no podrán llegar en esta ocasión a los  objetivos del contrato programa y en base a cuyo cumplimiento se cobra el complemento de productividad. “Otros años si algún servicio no cumplía, la cantidad destinada a su productividad se repartía entre los servicios que habían llegado o superado los objetivos, pero este año ese remanente se quedará en el SAS”.

En medio de una gestión centrada en los recortes, desde el sindicato no auguran que en un  futuro a corto plazo la situación cambie y destacan que empieza a haber profesionales en la bolsa del SAS que nunca habían dejado de trabajar y llevan tiempo sin hacerlo. Todo ello en una provincia, además, donde según los datos que transmitió el Colegio de Enfermería al sindicato, las plantillas de enfermeros están insuficientemente dotadas y en una comunidad autónoma que es la que tiene menos número de ATS en proporción a su población.

En el encuentro con el Colegio de Enfermería se puso sobre la mesa la preocupación por esta precariedad laboral y se acordó trabajar de forma conjunta,  aunque cada organización desde su ámbito. “Al colegio lógicamente le preocupan los aspectos   deontológicos y que se garantice la asistencia del paciente y a nosotros, como sindicato, además de la calidad asistencial nos preocupan también los derechos de los trabajadores”. El sindicato se ha reunido también con el Sindicato Médico en la misma línea y lo hará con asociaciones profesionales. 

La precariedad laboral que se está viviendo en el hospital está dando lugar, por otra parte, según denuncia CSIF,  a algunas situaciones injustas. “Se da el caso de un profesional al que le están renovando el contrato mes a mes, aunque en la bolsa de trabajo hay personas con más puntuación, por el hecho de garantizar a los pacientes una continuidad asistencial”.