La tendencia del mercado de automóviles en España ha ido cambiando en el transcurso de los últimos años. Hasta hace poco tiempo, gran cantidad de usuarios cambiaban su vehículo en los concesionarios todos los años y, a pesar de que este sector de consumidores aún conserva un número aceptable, el comercio de coches usados y seminuevos se ha disparado. En 2011 y 2012 ya se experimentó un crecimiento contundente. En el primer trimestre de 2013 este aumento tiene características de progresión geométrica.

Entre sus medidas para encaminarse hacia una reactivación económica indispensable, el Gobierno ha destinado fondos para ofrecer ayudas a determinados sectores claves. Un ejemplo de ellas son las subvenciones destinadas a poner en marcha el mecanismo de producción de coches nuevos, como el plan PIVE, que ha favorecido la compra de coches de kilómetro cero con éxito. Este sistema ha hecho posible, para muchas personas, la adquisición de turismos y vehículos de trabajo con tecnologías innovadoras, menos contaminantes y más económicos. Por otra parte los fabricantes han logrado una excelente producción de coches nuevos más asequibles, capaces de llegar a mayores volúmenes de población.

El motivo que ha incentivado el incremento en las ventas de coches usados es muy evidente. La crisis general que atraviesa Europa, si bien está provocando consecuencias nefastas para muchos, también puede ofrecer un panorama positivo en algunos aspectos. La racionalización del consumo es uno de ellos. Los consumidores inteligentes ya no se vuelcan, en general, a la compra de ostentosos vehículos para sus salidas cotidianas. Las dificultades se agudizan para los propietarios de coches de grandes dimensiones, para los que encontrar una plaza de aparcamiento adecuada a veces representa una misión casi imposible. En las actuales condiciones es mucho más fácil aparcar un turismo compacto, el Seat Ibiza de tres puertas, el Ford Fiesta o el Volkswagen Polo, suelen resultar más prácticos en este tipo de situaciones, antes que un monovolumen. Casualidad o no, en el mercado de coches de ocasión predominan este tipo de coches.

Existen otros factores que han afectado indirectamente al impulso del mercado de coches de ocasión, como podrían ser los horarios laborales o las diversas actividades de los niños, que obligan a la mayoría de las familias españolas a disponer, al menos, de dos coches. Para hacer frente a la crisis y a sus necesidades de transporte numerosas familian han encontrado en los coches de segunda mano, una solución que de otro modo se les antojaría bastante inaccesible.