Vinoble 2014 empieza a tomar forma. El Gobierno local, que a finales de diciembre anunció su decisión de rescatar el Salón de los Vinos Nobles tras la suspensión de la última edición por las dificultades económicas de las arcas municipales y los problemas de financiación, tiene más o menos perfilado ya el presupuesto y el calendario de la gran cita jerezana de los vinos generosos, licorosos y dulces especiales que contará por primera vez con participación económica estatal.

En efecto, según confirmó a este medio la alcaldesa, María José García Pelayo, el Ministerio de Agricultura asumirá un tercio del presupuesto de la próxima edición de Vinoble, en concreto 100.000 euros de acuerdo con el compromiso adquirido por el titular de la cartera, Miguel Arias, con la regidora jerezana, quien avanzó que la cita se celebrará en la primera semana de junio.

Pelayo baraja un presupuesto global de 300.000 euros para la cita, a la que también espera que confirme su participación la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, cuyo titular, Luis Planas, comunicó el viernes en conversación telefónica con la alcaldesa su predisposición a reactivar su colaboración económica, cuya retirada fue uno de los desencadenantes de la suspensión en 2012.

En una visita reciente al Consejo Regulador del vino, el consejero de Agricultura admitió que veía "con buenos ojos" la posibilidad de reanudar la colaboración con el Ayuntamiento jerezano en Vinoble por la "importancia" del salón, si bien antes debía buscar encaje en los presupuestos de su departamento para el próximo ejercicio. Responsables del sector que asistieron a la reunión con el consejero dieron prácticamente por hecha la vuelta de la Junta a Vinoble.

La alcaldesa espera poder cerrar en breve la participación de la Consejería de Agricultura para seguir avanzando en el contenido de la octava edición de Vinoble, para la que se anuncian grandes cambios en el programa de actividades complementario, que hasta ahora se limitaba a los cuatro días de celebración del evento y que podría ocupar hasta dos semanas. "La idea es ampliar la programación para tener un pre y un post Vinoble", explicó Pelayo, quien quiere enlazar la cita en la que el vino de Jerez es anfitrión y principal protagonista con los actos de celebración del 750 aniversario de la Reconquista de la ciudad -o conquista cristiana como se dice ahora para ser políticamente correcto-.

El Ayuntamiento también confía en que prospere la propuesta del Consejo Regulador para la designación de Jerez como Ciudad Europea del Vino 2014, título que otorga la Red de Ciudades del Vino de la que forma parte Jerez y que tiene establecida una rotación anual por la que, tras la asignación en 2012 a la ciudad portuguesa de Palmela, en 2013 le corresponde a una localidad italiana y en 2014 a una española.

Entre las actividades que se barajan para acompañar a Vinoble en el plano oficial, la regidora jerezana citó la posibilidad de organizar un congreso nacional de enólogos y un encuentro de Consejos Reguladores, tarea para la que el Ayuntamiento se pone en manos de la institución jerezana del vino, que desde el primer momento confirmó su apoyo total a Vinoble, para el que tiene consignada una partida de unos 50.000 euros en sus presupuestos, indicaron otras fuentes municipales.

En cualquier caso, el Ayuntamiento mantiene la filosofía de hacer más con menos, que aplica a todo el capítulo de gastos ante la delicada situación de las arcas municipales. Sin embargo, como explicó el delegado de Impulso Económico Francisco Cáliz tras anunciar la decisión de rescatar Vinoble, el menor coste de los servicios por la tendencia a la baja en la oferta dada la actual coyuntura económica permite apretarse el cinturón sin renunciar a la calidad y el nivel de la cita, que incluso no descartan en poder mejorar.

La última edición de Vinoble, la celebrada en 2010 bajo mandato socialista, fue la única que arrojó un saldo positivo, en concreto 49.000 euros sobre un presupuesto total de 323.000 euros. En aquella ocasión, la Junta desembolsó 120.000 euros para la organización del evento, que tiene su principal fuente de ingresos en la comercialización de los stands.