Dieciocho expertos y profesionales del Reino Unido, Australia, Francia y China no se equivocan. Es la prueba del algodón: La tercera edición de la publicación 'Wine in China Top 100 Wines Evaluation' de 2013, celebrada en Pekín, han acordado que el vino 'Apóstoles Palo Cortado muy viejo' VORS (Vinum Optimun Rare Signatum), con más de 30 años de edad, de González Byass haya sido nombrado el mejor vino del año en un país emergente y en donde el consumo y la pasión por el vino de Jerez va en aumento. China es, hoy por hoy, un apetitoso mercado del que tratan de sacar bocado muchas de nuestras bodegas.

Así ha ocurrido después de cuatro días de catar y de analizar más de 4.000 muestras provenientes de todo el mundo. Los estudiosos le han dado una puntuación de 96 puntos, lo que le permite liderar el Top 11 y convertirse en el mejor vino del año en el multipoblado país asiático. El premio a la bodega del 'Tío Pepe' no es un premio más a añadir a la suma de sus galardones obtenidos en los concursos que se celebran por todo el globo. Está claro que se trata de un nuevo reconocimiento internacional "de máximo prestigio" para Jerez y la bodega. También sirve de estímulo a la penetración de González en el codiciado mercado chino, para la que ya dispone de una oficina en Shangai que promociona las gamas de añadas de vinos viejos de la compañía y que, si hay que recordarlo, sabremos que obtuvieron un resultado sobresaliente en el prestigioso 'Wine Spectator'.

Pero, ¿de qué vino hablamos? Hablamos del palo cortado, el vino más complejo, el más rebelde y difícil de encasillar. Para entendernos, podríamos decir que se trata de un vino "que se ha quedado" a medias entre el amontillado y el oloroso. Es, para la nariz, una trilogía mágica: La del Palomino Fino, el Pedro Ximénez (que contiene un 13% y proporciona ese punto dulce final) y del roble americano. En el palo cortado, comentaba ayer un experto a este periódico, hay mucho de espontáneo. Su color es caoba, sus posibilidades de maridaje muy amplias (queso, foie, o plancha) y se considera un 'vino de meditación'. Para algunos el palo cortado nacía de forma accidental; y para otros, y esta puede ser la tendencia actual, puede ser un auténtico arte de los capataces y bodegueros. Lo cierto es que el palo cortado pasó como un ceniciento a mitad del pasado siglo e incluso rozó su desaparición. Hoy, sin embargo, los bodegueros se frotan las manos porque han visto en los jóvenes unos consumidores potenciales de nuestros vinos más 'complicados'.

El vino galardonado tiene además su pequeña historia: Procede de aquella solera de 1862 que se hizo en honor de la reina Isabel II, que visitó la bodega un mes de octubre y se encaprichó con ver una pisa. Como quiera que no era la época, el gran Manuel María González fue comprando a los viñistas la uva de cuelga que guardaban para el otoño. Improvisó un lagar e Isabel II siguió la pisa, degustando más tarde el mosto que salía por la piquera y que, estoy seguro, le sabría a rayos. De esa pisa se obtuvieron 33 botas que fueron a parar a ese inmenso tonel de 16.500 litros de capacidad que se bautizó con el nombre de El Cristo y al que acompañan los nombres de los doce apóstoles.

Un despacho de prensa destacaba ayer que, durante la entrega de premios, en la que no faltó el embajador de España en China, Manuel Valencia, miembros del gobierno de la República Popular y profesionales de los medios de comunicación del mundo del vino trasladaron sus felicitaciones a la compañía jerezana, a la que se destacó también como "un elaborador de vino español de calidad icónica".