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Miguel Lavi. Cantaor

"Lucho por que no se pierdan las cosas de mi tierra"

  • Cotizado dentro de las compañías de baile, el jerezano busca, con la grabación de su próximo disco, despuntar como cantaor en solitario-

Descubrió su profesión cuando con apenas 16 años Andrés Peña se lo llevó a Japón. Desde entonces Miguel Lavi ha crecido y crecido sin hacer ruido, tanto es así que su nombre es actualmente más conocido fuera de Jerez que en su propia tierra. Para el baile es un cantaor de Champions, de los más requeridos por las compañías, y en el cante de delante, a sus 30 años, busca encontrar su sitio. Su voz es de las que duelen como prueban los reconocimientos obtenidos en el Festival de Jerez o el que le concedió la Peña El Taranto de Almería al mejor recital en 2011. Como él mismo admite, "mi momento llegará".

-No para usted de trabajar...

-Sí, gracias a Dios no me falta trabajo y no me puedo quejar, al menos mis niñas tienen para comer. Esta semana he estado en Sevilla y luego en Londres con Dani de Morón, y bueno estoy contento.

-Dicen los entendidos que usted es de los cantaores más cotizados para acompañar el baile...

-No lo sé, pero llevo tiempo trabajando con muchos bailaores. Son gente que me pagan bien y me cuidan y uno trabaja muy a gusto con ellos. De todas formas ahora estoy abriendo el campo, y poco a poco voy haciendo cada vez más cosas en solitario. Por ejemplo con Dani de Morón, que me ha llevado a algunos conciertos y eso no es lo mismo que cantar pa bailar. También estoy liado con el disco y bueno, espero que después del invierno esté fuera de una vez porque me está costando la propia vida grabarlo.

-¿Por qué dice eso?

-Porque ayuda hay poca, sólo el esfuerzo de uno mismo y de la gente que te rodea. Muchos te dicen buenas palabras y promesas pero ya se sabe, las palabras se las lleva el aire.

-Ha hablado de un cambio de rol, ¿cuesta modificar el registro de cantar para el baile a hacerlo en solitario?

-Son dos mundos diferentes, porque por ejemplo hay letras por soleá que haces para una bailaora que luego delante no la puedes hacer. En el baile las letras van seguidas, y cuando te sientas delante no puedes correr, al contrario, cuanto más despacio vayas, mejor. Correr es de cobardes (risas).

-¿Qué le ha dado el baile?

-Me ha dado muchas cosas. Yo desde pequeño lo único que he deseado es cantar solo, lo que pasa es que pasar por detrás es bueno. Aprendes a cuadrar, a llevar el tiempo, aprendes muchas cosas y por ahí hay que pasar para aprender. Personalmente estoy muy contento porque está empezando a llegarme lo que realmente me gusta, el sentarme en una silla con Manuel Parrilla, dos buenas palmas y pegarme una hora cantando. Eso es lo que me gusta, pero hay que ir paso a paso.

-Lo peor de todo es que a veces te etiquetan y es difícil quitarse el 'sambenito'...

-No tiene por qué. Si miras para atrás ves que Juan Villar ha pasado por atrás, que Pansequito igual, Camarón ha cantado pa atrás...Es una parte del camino que hay que pasar, sólo eso.

-Estuvo en la Bienal hace unas semanas y todas las críticas hablaron bien de usted. Será que va por buen camino, ¿no?

-Yo creo que sí. De Sevilla salí muy contento porque esa noche me salió todo perfecto. Hacía una noche agradable, había un buen sonido y tenía a la gente que yo quiero, Parrilla, El Quini y Carlos Grilo, a mi lado. Más allá de las críticas, que siempre son importantes, me quedo con el hecho de comprobar que Sevilla me quiere y eso para mí es un placer. Que una ciudad como Sevilla te reconozca y sepas quién eres te da fuerzas para seguir luchando.

-Es paradójico pero usted tiene más nombre en Sevilla que en su tierra...

-Es curioso sí, pero soy de los que pienso que todo tiene su momento y su lógica, por eso espero que la vida al final me lo recompense, porque para eso también me lo estoy currando. Ya llegará mi momento.

-A lo mejor le falta el disco...

-Es posible, lo que pasa es que grabar un disco no es hacer un plato de papas fritas con huevo. El disco me lo estoy comiendo y guisando solo, y con mi gente, y a ellos son los que les tengo que agradecer algo. Eso sí, tengo claro que las cosas hay que hacerlas despacito y el día que lo termine no tendré que arrepentirme. El disco para mí es muy importante porque a ver si de una vez puedo empezar a hacer cosas solito y que la gente escuche mi nombre por el disco no porque cante a Manolito o Fulanito. La idea es que se me tome en cuenta.

-¿Y cómo va a ser ese disco?

-Será como soy realmente, no voy a hacer cosas que no siento. Para hacer locuras tengo mucha vida. En el disco quiero plasmar quién soy yo y cantar por seguiriyas, bulería por soleá, tonás y una bulería, que me ha escrito José de la Melchora, y que quizás sea lo más actual, pero también tiene su toque añejo porque habla de Manuel Torre, de Terremoto, de Tío Borrico, de La Paquera, de todos los míos. Eso será lo más vanguardista.

-A medida que se ha ido ganando el respeto del público y los propios artistas, ¿cuesta más cantar? ¿Se le exige más?

-Por supuesto, el escenario pesa conforme uno va creciendo y madurando como artista. Yo respeto al escenario pero no me da miedo. Lo importante es que te encuentres tú, el efectismo no sirve para nada. Si encima del escenario no eres tú, no puedes ofrecer nada a la gente.

-Hay muchos artistas que se quejan de que con la crisis se está devaluando la profesión, ¿qué opina de eso?

-Uno debe tener un mínimo y no se puede ir a cantar a cualquier sitio por dos duros porque a la siguiente ocasión que vayas te querrán dar menos. El artista se debe vender por lo que tú crees que cuestas y hay veces en las que tienes que decir no, aunque duela. Hay que pensar en el día de mañana y en defender tu profesión.

-Supongo que ahora con la crisis hay mucho aprovechado...

-(Risas) Hay de . En la viña del señor hay de todo, pero hay que ser consecuente con lo que quieres. A mí me cuesta mucho tiempo y muchas fatigas seguir mejorando, eso no lo sabe nadie, sólo el artista y la familia, por eso creo que uno no se puede exponer por nada y menos. Esa es mi opinión, luego hay compañeros que a lo mejor piensan de otra manera. Como decía Chocolate, 'en mi hambre mando yo', y hacía bien.

-Usted se subió por primera vez a un escenario con doce años y ahora que tiene treinta y echa la vista atrás. ¿Ha tenido que esforzarse mucho?

-Mucho, pero mucho. A mí nadie me ha regalado nada y eso lo llevo con mucha honra y orgullo. Lo que importa es demostrar cosas encima del escenario porque como dicen algunos 'no hay cante grande ni cante pequeño, es el artista el que los hace grandes o chico'.

-Acaba de venir de Londres, pero en lo que va de año ha viajado por todo el mundo. ¿Se acostumbra a este tipo de vida?

-No me acostumbro, porque llega un momento en el que no sabes dónde estás. No sabes si estás en Londres, si estás en Nueva York, si estás en Japón... Además, aquí en casa son las tres de la tarde y allí son las diez de la noche, luego tienes que comer y las comidas no son iguales...Pierdes la noción, pero las niñas tienen que comer y hay que buscar el bienestar de la familia, por eso sigue uno ahí luchando.

-¿Cuántas veces ha podido salir del país este año?

-No sé, he perdido la cuenta. De todos modos, este año decidí no salir demasiado fuera y de cada tres cosas que me salen fuera cojo una. Mi única intención ahora es apaciguarme, grabar mi disco, estar más con mis hijas y mi señora, en fin, disfrutar de mi gente. A lo mejor no tengo tanto dinero, pero soy más feliz.

-Cuando sale por ahí, ¿pesa el nombre de Jerez?

-Sí que pesa porque Jerez en los últimos cien años ha dado verdaderos monstruos. Para mí es un placer y un honor y lo llevo a gala porque al final es nuestra generación la que va a continuar con todo esto. A mí por eso me gusta sentarme y aprender de los que se fueron, como El Torta, al que echo mucho de menos, y sobre todo de los que están, que son los que nos pueden transmitir todo su conocimiento. Intento beber de esas fuentes, de gente como el tío Luis Moneo, de Mateo Soleá, de todos esos artistas que nos pueden aportar mucho. Los arbolitos debemos luchar porque esto no se pierda y hasta el día que me muera intentaré defender las cosas de mi tierra. Defender las cosas de Manuel Torre, de Mojama, de Terremoto, de Agujetas, de El Gloria y de todos esos artistas que ha dado Jerez.

-Como no sea en el Festival le vemos poco por Jerez, ¿para cuándo la próxima vez? ¿Habrá que esperar a febrero?

-Bueno, estaré el día 12 en Villamarta. Estoy ilusionado con ayudar a Manuel Parrilla en la zambomba que están preparando para homenajear a Parrilla de Jerez. No soy de cantar muchos villancicos, no va con mi estilo, pero me lo ha pedido Manuel, porque para mí es el número uno y creo que cuando se fue Moraíto quien cogió el mando para acompañar es Manuel Parrilla, al menos a mi gusto. Él me lo ha pedido y bueno, le he dicho que haré los Campanilleros de Manuel Torre.

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